Luka Jovic tuvo una gran oportunidad en el Benito Villamarín. El serbio pudo tener esa ocasión de brillar y demostrarle al madridismo de qué pasta está hecho.
Jugó desde el inicio y sorprendió durante los 45 primeros minutos. No hizo absolutamente nada. Su mapa del calor mostraba que en la mayor parte del juego se la pasó por rincones, lejos del área, y con poquísimos toques de pelota.
Jovic sí que forzó la roja a Emerson que cambió el partido y lo desequilibró, aunque se espera mucho más de él. Algunos madridistas aseguraban que Luka estaba justificando a Zinedine Zidane y a esa petición de un ‘9’ que meta goles.
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Jovic será el que decidirá
El Real Madrid le pasa la patata caliente al delantero. Esto es lo que hay y: o lo toma o lo deja. Jovic sabe que será suplente en la mayoría de los partidos, pero también sabe que Zizou, a veces, sorprende y hay que estar preparado. Sobre la mesa está, también, la idea de irse cedido a algún club que haya preguntado por él.
Será el jugador el que tenga la última palabra y será lo que desatasque, de forma definitiva, el culebrón para el ataque blanco. Mariano se queda y la última posición de la plantilla se la rifarán Borja Mayoral y Jovic. Curiosamente, los dos con los que contó Zinedine Zidane ayer en el Benito Villamarín.
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