Rusia ha provocado el mayor conflicto bélico desde la Segunda Guerra Mundial. Vladimir Putin ordenó a su ejército el pasado 24 de febrero una "operación militar especial" para invadir Ucrania y, ocho meses después, la guerra continúa dejando consecuencias catastróficas.
La ONU publicó en septiembre un estudio en el que se aseguran que habrían perdido la vida al menos 5.916 civiles. Zelenski informó en junio que 10.000 militares murieron en combate y por el bando ruso alrededor de 15.000, según 'The Washington Post'. Ahora las cifras serían mucho mayores.
La guerra, además de miles de vidas humanas, deja también a su paso incalculables consecuencias económicas. Rusia está aislada del mundo en estos momentos y los ciudadanos de su país empiezan a cuestionar a Vladimir Putin. Una fuente anónima cercana al Kremlin no descarta que los militares organicen un golpe para obligarle a "dimitir o morir". Creen que ha perdido el norte y "su imprudencia puede llevarle a usar armas nucleares".
En caso de que suceda uno de estos dos escenarios, todo apunta a que el reemplazo más probable es Yevgueni Prigozhin. Un oligarca ruso, íntimo de Putin, dueño de negocios de los servicios de restauración que sirven cada día al presidente. Una persona de su estrecha confianza y que jamás le vendería ante un posible 'Golpe de Estado'.
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