Pere Aragonès trabaja como líder de ERC a marchas forzadas para aglutinar acuerdos con las otras fuerzas independentistas y de izquierdas con el fin de formar un nuevo gobierno en Cataluña. Entre las concesiones irrenunciables se encuentra el nuevo referéndum ilegal, que ya tiene fecha: 2025.
2025 será el año del nuevo desafío independentista
2025 será el año en el que el independentismo planteará a España de nuevo el desfío del referéndum según avanza hoy El Triangle. Se trata de un detalle capital e imprescindible para que la CUP y JxCat ofrezcan su apoyo al proyecto de Aragonès, que también contará con el visto bueno de los comunes de Pablo Iglesias, que no están a favor de la independencia de Cataluña, pero sí de la celebración del referéndum.
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El objetivo es concluir la legislatura que está a punto de iniciarse con un colofón sonado. Y desde ya mismo ERC va a empezar a trabajar con el Gobierno de Pedro Sánchez reactivando la mesa de negociación y diálogo para establecer las bases de lo que se pretende que sea un referéndum pactado con España amparándose en la mayoría del Congreso que ha colocado a Sánchez en La Moncloa.
Para entonces, las fuerzas independentistas confían en haber ganado músculo y ampliado el apoyo social de los catalanes hacia su proyecto de desconexión de España.
Mayoría en el Congreso y en el Parlament
ERC tendrá que vencer la resistencia de JxCat y la CUP, más radicales en este punto y partidarios de aplicar una declaración unilateral de independencia de forma inmediata amparándose en los resultados del 1-O y de las últimas elecciones, que han arrojado mayoría independentista, aunque con una abstención mayúscula, detalle este que frena a ERC a lanzarse a la piscina.
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El partido republicano llamado a liderar el nuevo Govern se ha mostrado siempre partidario de esperar al momento oportuno, disponiendo de una hipotética amplia mayoría social, para afrontar el reto de la independencia. Y mientras llega ese momento propone negociar con el Gobierno de Madrid para obtener todas las ventajas posibles utilizando el chantaje de su apoyo parlamentario.
Este sería el tercer referéndum que se vive en Cataluña desde el inicio de la Transición democrática después del impulsado por Artur Mas el 9 de noviembre de 2014 y del tristemente recordado del 1 de octubre de 2017.
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Para llevar a cabo su proyecto, el movimiento independentista cuenta con 74 de los 135 escaños del Parlamento catalán, al que podrían sumarse los 8 de En comú Podem, lo que dejaría en 82 los escaños favorables al referéndum frente a los 53 de los partidos constitucionalistas contrarios a un nuevo proceso secesionista.