La sentencia en firme contra los miembros de La Manada ha sentado jurisprudencia, y ha hecho notar que había un fallo en el procedimiento legal contra este delito. La controversia entre abuso o agresión, las diferentes penas a las que se podía someter a los acusados, etc., han provocado que sea necesario un cambio en el Código Penal. (El Supremo condenará a La Manada por agresión sexual y no por abuso)
Así lo entiende el Ministerio de Justicia, que tenía casi listo un anteproyecto de reforma del Código Penal en materia de delitos sexuales antes de las Elecciones Generales.
En el Código Penal de 1989 se pena la violación con una reclusión menor, entendiéndose como violador aquel que "tuviere acceso carnal con otra persona, sea por vía vaginal, anal o bucal, en cualquiera de los casos siguientes: cuando usare fuerza o intimidación, cuando la persona se hallare prvada de sentido o se abusare de su enajenación o cuando fuere menor de 12 años cumplidos".
Con la reforma que se estudia desde el equipo de Dolores Delgado, la violación será titular dentro del Código Penal, entrando éste en sintonía con el Convenio de Estambul (Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica).
Fuentes de Justicia afirman que esta modificación no es un asunto menor, dado que reflejará correctamente la violación y sus penas en el Código. "Todo el mundo entiende qué es una violación. No se trata de diferenciar entre abuso y agresión, sino entre abuso y violación, porque todo es agresión. [...] Hay que recuperar el término (violación) como un tipo delictivo autónomo".
Las condenas, mucho más duras
Con esta reforma, todo abuso será considerado agresión, y habrá delito siempre que no exista un consentimiento claro de la mujer.
Las multas para los acusados siempre incluirán prisión, aunque en algunos casos en encarcelamiento no se haga efectivo; la condena se agravará si la víctima es pareja o expareja del acusado, y se estudiará la negación de beneficios penitenciarios a los violadores presos.