Eduardo Camavinga, el jovencísimo centrocampista del Rennes, ha enamorado a media Europa haciendo las delicias dentro del campo.
Creando juego y recuperando balones, dos cualidades que unidas a su magnífica capacidad física, le convierten en un jugador con muchas expectativas de futuro.
Y esas expectactivas gustan, y mucho, a muchos de sus seguidores dentro del fútbol profesional, que le ven como un posible nuevo Paul Pogba, e incluso llegar a ser el recambio ideal de Casemiro.
Sobre todo, a los del Real Madrid, cuyos ojeadores llevan mucho tiempo siguiendo al centrocampista.
Desde pequeño apuntaba maneras
Según afirma el diario Marca, el jugador está considerado uno de esos prodigios desde que son pequeños, cosa que emocionó al equipo merengue.
Sin embargo, la complicación surgida con los fichajes de menores de edad paralizó muchas de las operaciones en marcha con jugadores comunitarios, y también pilló por medio a Camavinga.
La capacidad deportiva del jugador pronto le convirtió en un fichaje de peso dentro del mercado, llegando a costar 80 millones su traspaso en los primeros momentos de la presente temporada.
Cantidad que echó atrás la propuesta del Real Madrid... en ese momento. Aunque ahora mismo las negociaciones estén en el aire, las informaciones dejan claro que el presidente del Rennes no aceptaría menos de 100 millones de euros por su fichaje.