Negarse a aceptar que el tiempo pasa para todos, todos, supone arriesgarse a hacer el mayor de los ridículos. Es lo que ha pasado con la exvicepresidenta de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega.
A sus 69 años, María Teresa Fernández de la Vega ha querido rejuvenecer su aspecto retocándose la cara para aparentar una edad que no tiene y sólo ha conseguido un estropicio mayúsculo.
¿Qué se ha hecho en la cara?
Ha intentado quitarse arrugas y eliminar las temidas patas de gallo sometiéndose a la cirugía y el resultado ha impactado a toda España. No se habla de otra cosa en las redes sociales.
Actualmente en funciones de presidenta del Consejo de Estado de España, Fernández de la Vega se encuentra en visita oficial en Letonia en relación al contingente español de tropas que forma parte de las misiones en el Báltico. Allí se ha fotografiado con el primer ministro saliente, Maris Kucinskis, y ha sorprendido a todos con su cara nueva, sus prominentes pómulos, sus ojos achinados, nuevos labios y su cambio de expresión. ¡Es otra mujer!
Se trata de una vuelta de tuerca más de la exministra, que ya en los últimos años se ha caracterizado por intentar parar el tiempo en su rostro con constantes transformaciones.
Las redes sociales han sido implacables con la nueva imagen de la exministra. "Parece el muñeco de Netol" sostiene un tuitero. Y más: "María Teresa Fernández de la Vega ha devuelto el iPhone porque ya no le funciona el Face ID". "ÚLTIMA HORA: En la nueva serie de Netflix Teresa Fernández de la Vega hace de abuela de un samurai". "Teresa Fernández de la Vega se ha transformado en un híbrido entre Xi Jinping y los hermanos Bogdanoff". "Cielos. Parece Vladimir Putin cagando".