La séptima edición de Gran Hermano Vip ha llegado a su fin con una noche llena de emociones, sobretodo, para las tres finalistas.
Las sorpresas estaban aseguradas en la gala final y tanto Adara como, Alba, como Mila recibieron las visitas de gente muy cercana a ellas.
El chasco que se llevó Alba
Mila era sorprendida por su gran amigo del alma, Kiko Hernández, a Adara la visitó Gianmarco que le hizo entrega de un bonito ramo de rosas azules y Alba tuvo que conformarse con la visita de su compañero de programa, Miguel Ángel Nicolás. (Mila y Alba se tiran de los pelos en el capítulo final de GH VIP)
La modelo se mostró gratamente sorprendida y encantada con la visita de su amigo pese a que esperaba a su novio, Santi Burgoa.
El periodista, intentando quitarle hierro al asunto, justificó su ausencia y le hizo llegar un mensaje suyo y de Sonsoles Ónega.
Sin embargo, la cosa no quedó ahí, y es que mientras que a Mila la esperaban su hija y sus hermanos en plató y a Adara la esperaba su madre, Gianmarco y otros familiares, Alba tuvo que conformarse con el apoyo de su madre, Juan Miguel y algunos amigos más.
Jorge le contó que Santi se sentía "muy orgulloso de Alba" pese a no haber hecho acto de presencia en la final.