En noviembre de 2016 Antonella Roccuzzo, la esposa de Leo Messi, montó un negocio en la zona más noble del Paseo de Gracia barcelonés, junto a la Diagonal, asociándose a su íntina amiga, Sofía Balbi, la esposa de Luis Suárez, con el fin de estar entretenidas mientras sus maridos viajan y, de paso, mirar de sacar un dinerito para automantenerse.
Pero las cosas no parecen funcionar en la zapatería Sarkany, un negocio pensado para consumidoras de altísimo nivel adquisitivo. Dos años después de su inauguración, según revela Vanitatis, el negocio sigue dando pérdidas. Nada que pueda preocupar con un avalador como Messi que ingresa entre el fútbol y la publicidad alrededor de 80 millones de euros anuales.
Las pérdidas anuales del negocio las asume Messi con cinco horas de trabajo
El negocio estaba ideado alrededor del gancho comercial que aporta Antonella, capaz de atraer a sus relaciones y también la curiosidad de quien siente interés por lucir un producto de la tienda de la mujer de Messi.
Todavía se recuerda la inauguración en noviembre de 2016 con las dos socias, Antonella y Sofía, acompañadas por Messi, Luis Suárez y un puñado de futbolistas del Barça y de personajes relevantes de la sociedad civil barcelonesas deseosos de aparecer en la foto junto a Messi. ¡Un bombazo!
Fue un acontecimiento social de primera magnitud. Pero ya pasó y el día a día es otra cosa. La sociedad Roccbal (Roccuzzo-Balbi) cuenta con un activo total de 695.122 euros y facturó por un importe de 244.574 euros. Las pérdidas fueron de 154.040 euros. Menos de lo que gana Messi en un día, así que perder los ingresos de 5 horas de la vida laboral del futbolista tampoco supone un serio transtorno para el matrimonio Messi-Roccuzzo.
Lo que no pueden esperar en la tienda Sarkany es un volumen desmesurado de ventas, dado que los zapatos que ahí se comercializan van de los 200 a 300 euros. El estilo guarda mucha relación al que lucen las wags del Barça, con una imagen exagerada y sensual para resaltar sus encantos: lentejuelas, purpurinas, pieles, plataformas...
La faena que les ha hecho Ada Colau
Situada en el número 419, esquina con Paseo de Gràcia, la tienda ha sufrido el contratiempo del Hotel Four Seasons, que debía estar al lado. Pero el centro no ha podido abrirse porque Ada Colau les ha retirado los permisos. Antonella y Sofía contaban con la clientela de este hotel para disparar las ventas de su negocio.
Expertos en la materia han censurado a Antonella que siendo una influencer con 8, 6 millones de seguidores en las redes no promocione más su negocio y lo obvie en los mensajes que publica en su cuenta. Sólo con que pusiera un poco más de interés generaría más necesidad entre las consumidoras para entrar en su tienda.