El misterio del apartamento de Pedro Sánchez en Mojácar: ¿por qué ya no veranea allí?

El presidente del Gobierno acumula varios años de ausencia a sus espaldas

15 de Agosto de 2022
El misterio del apartamento de Pedro Sánchez en Mojácar: ¿por qué ya no veranea allí?
El misterio del apartamento de Pedro Sánchez en Mojácar: ¿por qué ya no veranea allí?

Pedro Sánchez siempre gusta de alardear de todos sus logros y grandes comportamientos, pero se ha visto obligado a reducir este altivo comportamiento fuera de las cámaras y lugares públicos de manera sensible para evitar ser detectado cuando está de veraneo o simplemente pasea por la calle después de haber estado en el Congreso de los Diputados.

Por motivos de seguridad, Sánchez debe intentar ser lo más discreto, aunque no siempre sea posible. El presidente del Gobierno ha tenido que modificar su comportamiento y cambiar sus hábitos de conducta hasta en los aspectos que pueden parecer más irrelevantes con el objetivo de que no sufra ningún ataque ni su seguridad se vea comprometida.

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Uno de estos cambios corresponde, sin duda, a la modificación de su hoja de ruta para los veraneos. El líder socialista siempre ha sido un abonado de pasar la época de vacaciones estivales en la localidad almeriense de Mojácar, con la que le une un vínculo especial: después de decenas de años veraneando allí con sus padres, el propio Sánchez logró adquirir una lujosa propiedad por un precio razonablemente barato en una de las urbanizaciones más exclusivas de la zona: jacuzzi y piscina en la terraza, gimnasio privado...

Es precisamente debido a los problemas de seguridad que sufre todo presidente del Gobierno que Sánchez ha desistido en volver a Mojácar. Cuando lo intentó por vez primera en 2018, recién llegado a La Moncloa después del triunfo de su moción de censura contra Mariano Rajoy, el veredicto de los responsables de seguridad de la casa del presidente del Gobierno fue claro: desaconsejaban fuertemente su visita a Mojácar debido a que se podrían producir fallos que serían fatales para el bienestar de Sánchez o de su familia.

A pesar de que el presidente intentó insistir, una breve explicación del operativo, que resultaría "demasiado engorroso" de llevar a cabo, Sánchez decidió abandonar la posibilidad de seguir veraneando en Mojácar mientras él ocupe el cargo de presidente del Gobierno y requiera toda la seguridad asociada a tan importante cargo.

Para sustituir los veraneos en Mojácar, Sánchez ha optado por rodearse de todo el lujo que pueda, precisamente en una época en la que los españoles apenas pueden permitirse acudir a sus destinos vacacionales nacionales favoritos debido al empeoramiento de las condiciones económicas y el agravamiento de la situación de crisis que comienza a cercar el país.

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Su estancia en la exclusiva urbanización de La Mareta ha sido controvertida desde el primer momento en el que se conoció la intención de Sánchez de pasar allí sus veranos como presidente del Gobierno. Las visitas a este amplio espacio en las islas Canarias están complementadas con otra parada que también derrocha lujo desmedido: el Palacio de las Marismillas.

Ambas residencias pertenecen a Patrimonio Nacional, que las cedió gustosamente hace ya muchos años, durante la presidencia de Felipe González, para que los presidentes escogidos por los españoles pudieran veranear allí y la seguridad se pudiera adaptar mejor a aquellos espacios. Además, Sánchez ha tomado muy en serio la seguridad de su familia, atendiendo a los consejos de sus guardaespaldas.

Sin embargo, esta decisión ha tenido un coste terrible para los españoles, que no solo deben sufragar el coste de las vacaciones de Pedro Sánchez, sino que también están obligados a abonar de forma indirecta el precio que se deriva de las carísimas reformas a La Mareta y al Palacio de las Marismillas para que puedan ser consideradas seguras por el presidente y el equipo de personas encargado de su protección.