El ministro Fernando Grande-Marlaska ha estado rodeado de polémica por su rueda de prensa junto a Juan Carlos Campo, titular de justicia. Marlaska quería cambiar la ley para tener mayor control sobre la información y llegar así a las 'fake news' contra el Gobierno.
Pero Grande-Marlaska en 2013 no pensaba lo mismo, ya que por esos entonces defendió los insultos a Juan Carlos I porque los consideró libertad de expresión.
Injurias sobre el Rey
Marlaska junto a Ramón Sáez Valcárcel, Guillermo Ruiz Polanco y José Ricardo de Prada, tres magistrados del órgano judicial, firmaron un voto en el que se oponían a la condena de un militar retirado, el coronel Amadeo Martínez Inglés, por escribir un artículo en el que llamaban a la Familia Real "despreciable" y al Rey "corrupto máximo", "genocida","putero", "borracho" y "cabrón".
El juez Marlaska afirmó: "Cuanto más arriba en la pirámide de poder, mayor sometimiento al control".
Y es que para Grande-Marlaska todas estas injurias sobre el Rey Juan Carlos I quedan dentro de la libertad de expresión: "Es el último representante en España de la banda de borrachos, puteros, idiotas, descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes que a lo largo de los siglos han conformado la foránea estirpe real borbónica".