La Guardia Civil ha detenido en Canarias a Carlos Algora, uno de los participantes de la tercera edición de La Isla de las Tentaciones, por presunto abuso sexual en grupo a una estudiante francesa.
La joven ha explicado a las autoridades que creía que había sido drogada con burundanga en una fiesta celebrada el pasado 13 de febrero en Colmenarejo, Madrid, por tres jóvenes, entre los que podría estar el concursante de Mediaset.
A pesar de que el joven aún está siendo investigado, y que los hechos ocurrieron después de la grabación del reality, Mediaset ha tomado una decisión radical: eliminar la presencia de Algora de sus emisiones.
Así lo han comunicado, de forma conjunta, el grupo de comunicación y la productora, que han querido señalar públicamente que los hechos acontecidos con la joven estudiante francesa "no tienen relación con La isla de las tentaciones". No obstante, tal y como han informado, han decidido "eliminar su presencia en el programa hasta que la investigación concluya".
"Manifestamos nuestra condena y tolerancia cero ante cualquier tipo de agresión sexual, situaciones que lamentablemente aún se producen en nuestra sociedad" han explicado en un comunicado conjunto.
Una decisión que supondrá que los seguidores del reality no podrán disfrutar del último episodio de La Isla, que estaba disponible para los abonados en MiTele Plus, y que se emitiría esta semana en Telecinco.
Telecinco evita un nuevo escándalo como el de Carlota Pardo
A pesar de que el programa fue grabado el pasado mes de agosto, y que tanto la productora como el gigante de la comunicación han asegurado que el presunto abuso sexual llevado a cabo por Algora no tiene relación alguna con el reality, la decisión de no emitir las escenas en las que aparece el tentador es irrevocable.
Y es que Telecinco parece haber aprendido la lección tras el escandaloso caso de la violación que sufrió Carlota Pardo en Gran Hermano, y que fue nefastamente gestionado por la cadena, aprovechando los momentos de dolor de la joven para buscar audiencia.
Una actitud que provocó una fuga en masa de los patrocinadores y anunciantes de Telecinco, que sufrió, además de una evidente caída de sus ingresos, una caída de su reputación entre sus telespectadores que aún no ha recuperado.