El Real Madrid ganó 4-1 al Huesca y convenció con un buen partido de fútbol en el que pudieron, incluso, ganar por una renta mayor de goles. La gran noticia la dejó el papel de Eden Hazard en el equipo blanco. Brilló el belga, en su regreso a la titularidad, y recuperó ese juego que ya desplegó en el Chelsea y por el que se ganó su fichaje.
Ha tenido una malísima suerte encadenando lesiones, pero él mismo dice que ya es cosa del pasado y está preparado para tirar del carro del conjunto merengue. Zidane le da galones, consciente de ello, y en el vestuario se ilusionan.
Siempre se ha dicho que en el vestuario del Real Madrid ha habido una corriente de opinión que deslizaba la necesidad de tener a una estrella nueva en el equipo. Desde que se fue Cristiano Ronaldo, el gol se lo han tenido que repartir para alzar los títulos (Mundial, Liga y Supercopa) que han podido conseguir.
No es ningún secreto que en la caseta merengue ansiaban que Hazard explotase y firmase, al fin, una actuación muy destacable que ilusionase a los aficionados madridistas. Lo hizo ante el Huesca y apunta el Inter de Milán en su siguiente partido.
Hazard, la gran clave para ‘volar’
Eden brilló y en el vestuario madridista están muy felices por ello. Recuperar al Eden que volaba en Stamford Bridge es una de las grandes obsesiones y claves que se manejan. Tenerlo al 100% permitiría ver a un Real Madrid que sí que puede aspirar a hacer cosas grandes esta temporada con Zidane.
Él es, además, el primero que lo sabe: “Sé que soy buen jugador y por eso la afición me pide tanto”, comentó. Le toca reflejarlo, partido tras partido, con actuaciones como la vista ante el conjunto oscense en la Ciudad Real Madrid de Valdebebas.