La Ley Trans, la nueva normativa que permitirá a menores de edad iniciar los trámites para cambiar su sexo registral incluso sin el permiso o conocimiento de sus padres, es una de las medidas más polémicas aprobadas por el Gobierno de España, que está liderado por PSOE y Unidas Podemos.
La citada ley ha abierto una 'brecha' entre las dos formaciones de izquierdas y también entre los profesionales sanitarios. Desde la Asociación Española de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia (AEPNYA) han emitido un duro comunicado contra la norma y han advertido de las graves consecuencias.
La asociación ha asegurado que la entrada en vigor de la Ley Trans supondría un riesgo para "el derecho a la salud de los niños", ya que se prescinde totalmente del circuito médico y de los profesionales que deben valorar la presencia de posibles patologías en los menores, según OK Diario.
Los profesionales sanitarios especializados en la salud mental de los menores de edad se han mostrado "altamente preocupados". Consideran que hay que valorar seriamente los pros y los contras de la Ley Trans antes de aventurarse a dar el visto bueno ya que las consecuencias pueden ser nefastas.
La Asociación Española de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia (AEPNYA) ha explicado en el comunicado que han compartido públicamente que la Ley Trans tiene tres problemas importantes que afectan al desarrollo de los menores de edad y los han desarrollado.
El primero de ellos es que la Ley "no sólo no protege, sino que pone en riesgo el derecho fundamental de los niños a una atención médica integral". Los profesionales sanitarios han recordado a PSOE y Unidas Podemos que la atención integral debe incluir una "valoración física y de salud mental del niño y su entorno ante malestares emocionales". Si sale adelanta la ley, bastará con la presentación de una solicitud en el registro civil para cambiar de sexo.
El segundo problema es que será "un funcionario" del registro civil el que se encargue de explicar al menor de edad las consecuencias jurídicas que supone este cambio de sexo. Los psiquiatras entienden que deben ser los médicos los que hablen con el menor para hablarles de las consecuencias para su salud, que es algo más importante. "No establece que haya alguien y quien debe ser ese alguien que facilite información sobre las consecuencias, positivas y negativas y beneficios y riesgos previsibles sobre la salud mental y física de cualquier decisión o intervención transicionadora".
Una ley sin médicos
El tercer gran problema que ven los profesionales sanitarios especializados en salud mental infantil es que se debería contar con "un análisis de riesgos claro". "Creemos que tener en consideración la perspectiva, conocimiento y experiencia que podemos aportar los médicos psiquiatras de la infancia y adolescencia es esencial y no hacerlo, una negligencia grave institucional en el cuidado de los niños. Un país civilizado no puede ignorar ese activo", han explicado.
La asociación ha recordado que otros países iniciaron en su momento planes similares y que todos ellos se vieron obligados a dar marcha atrás ya que no era el camino adecuado prescindir de los profesionales sanitarios en un caso como este en el que la salud mental juega un papel muy importante.