La lotería de los Mega Millions repartirá la semana que viene, si hay un único ganador o ganadora, el bote más grande de la historia de los juegos en Estados Unidos: 1.500 millones de euros, aproximadamente, después de que la combinación de esta semana quedara sin reclamo.
El próximo sorteo tendrá lugar el martes y quien gane tendrá dos opciones: recibir inmediatamente unos 850 millones de euros o el premio total de 1.500 millones a lo largo de los próximos 29 años. Los boletos de Mega Millions, un sorteo que comprende la extracción de seis números, cinco del 1 al 70 y un sexto del 1 al 25, se venden en 44 estados de EE.UU., el distrito de Columbia y las Islas Vírgenes.
Se supone que ganar un premio como este puede hacernos felices, pero se han dado casos que ha sido todo lo contrario
Keith Gough (Reino Unido), vivió un drama tras ganar un premio millonario. Cinco años después de ganar la lotería, murió divorciado y alcoholizado después de dilapidar su fortuna en coches, apuestas de caballos y mansiones que fueron haciéndole cada vez más infeliz. Poco antes de morir, Keith dijo que aquel premio había arruinado su vida de tal manera que si veía a alguien comprando lotería intentaba disuadirle.
Otro ejemplo sería el de William “Bud” Post (EE. UU.). Gano 16,2 millones de dólares en 1988. A los tres meses de ganar el premio gordo de la lotería de Pennsylvania, Post ya debía medio millón de dólares: había comprado un restaurante, un garaje y un avión (aunque no podía volar). Fue denunciado por su ex mujer y su hermano contrató un asesino a sueldo, para intentar llevarse algo de herencia. El “afortunado” murió en 2006, después de declararse en bancarrota y vivir de los subsidios.
La vida sencilla de la mallorquina que ganó el premio histórico de 126 millones de euros
En 2009, meses después de dejarlo con su novio, un golpe de suerte le dio un cheque con esta orden de pago escrita: Ciento veintiséis millones doscientos treinta y un mil setecientos sesenta y cuatro euros. Entonces tenía 25 años. El premio de lotería más grande jamás entregado en la historia. Se marchó de su ciudad y durante dos años siguió trabajando como si no pasara nada. Dice que solo diez personas del Planeta saben su historia.