Isabel Díaz Ayuso ha ido liberando su carisma interior con el paso del tiempo y su experiencia como presidenta de la Comunidad de Madrid. La líder del PP madrileño es una habitual de las tertulias y programas más ligeros, donde la vida privada y las anécdotas son una parte fundamental del contenido. Antes era reacia a compartir estos momentos, pero ahora no tiene problemas en hacerlo.
Uno de los más bochornosos, según la presidenta de la Comunidad de Madrid, fue el que sufrió con Rafa Nadal. El excelente tenista español acudió a Madrid para un acto en el que Ayuso le imponía la medalla de la Comunidad. El acto en sí salió perfecto, sin ningún problema de protocolo y según lo planeado. Sin embargo, la propuesta de Nadal hizo que Ayuso quedara en un lugar algo incómodo.
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El deportista balear quiso conocer por dentro el reloj de la Puerta del Sol, a lo que Isabel Díaz Ayuso asintió sin pensárselo mucho: "Ay, pues vamos a ver el reloj de la Puerta del Sol". En teoría, no habría ningún problema, pero el conjunto que llevaba la presidenta aquel día fue su peor enemigo. El ascenso hasta la torre es de fácil acceso, pero "el último tramo es una escalera de caracol muy pequeñita". Este reducido espacio fue terrible para "los tacones y la falda" de Ayuso, que se vio atrapada y no podía bajar. Tuvo que recibir ayuda del propio Nadal, quien todavía llevaba la medalla y la banda impuesta por la presidenta, para poder salir de las escaleras.
El relato de la presidenta de la Comunidad de Madrid es más que curioso: "Fue como 'Liberad a Willy'. Tuvo que tirar de mí. Fue tan poco estético, tan horroroso... No sé si cómo fue aquello. No me cogió en brazos. No anduve espabilada". Isabel Díaz Ayuso cerraba uno de los incidentes más particulares de su carrera como presidenta de la Comunidad de Madrid echando en falta la picaresca ante un deportista tan fornido como Rafael Nadal, que intentó desatascar a la presidenta de las escaleras.
Este trance no es el único que ha vivido la presidenta de la Comunidad de Madrid. Uno de sus seres más queridos, su perro Bolbo, acostumbra a ser protagonista siempre que pasea con Isabel Díaz Ayuso. La líder del PP madrileño había finalizado un acto en el centro de Madrid y se disponía a reunirse con su mascota. Cuando uno de los miembros del cuerpo de seguridad depositó al animal en el suelo, este salió disparado lejos de la presidenta.
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Alarmados, Ayuso y varias personas más siguieron a Bolbo, que se había acercado a otro perro cercano con la intención de jugar con él. A pesar de la preocupación de Isabel Díaz Ayuso, aquel incidente quedó en nada salvo en otra anécdota más que contar a familiares, amigos y entrevistadores. La presidenta de la Comunidad de Madrid siempre ha mostrado estar muy unida a su perro, una de las pocas compañías que jamás ha cambiado desde que se hizo con el poder en la región madrileña.