Si hay algo que no le gusta a Mónica Hoyos a parte de Miriam Saavedra, es perder.
Mónica se convirtió en la décima expulsada de esta edición de Supervivientes y lo llevó francamente mal.
El mal perder de Mónica
Durante toda la noche estuvo pidiendo que la salvaran, que quería llegar a la final, que no se rendía, etc.
Finalmente, la audiencia hizo oídos sordos y acabó salvando a Fabio, cosa que le sentó como una patada en el estómago y así lo hizo saber cuando habló con Jorge y Lara y cuando se marchó de la palapa.
La celebración de Fabio y Mahi tuvieron mucho que ver y es que el argentino en un momento de euforia desatada, por haberse salvado y asegurarse un puesto en el helicóptero que aterrizará la próxima semana en Madrid, se puso a bailar "el meneito" con Mahi y a Mónica se la llevaron los demonios.
Les reprochó su actitud y dijo que ella no lo hubiese hecho, cosa que no terminamos de creernos del todo. "¡Que te den!", le dijo a Fabio. "No tengo nada que agradecerles. Les deseo suerte, pero les pido que no se callen las cosas como a veces hacen", siguió diciendo de lo más cabreada.
Por eso, Jorge le echó una pequeña reprimenda, "No estropees este momento tuyo. Vívelo de una manera única. No te vayas de la Palapa con ese mal humor".
Finalmente Mónica, acabó dando las gracias al público. "Gracias al público, que me ha salvado siempre que he estado nominada", acabó diciendo.