La historia de Gareth Bale en el Real Madrid es la de una garrapata aferrada a un cuerpo del que absorbe la sangre para aprovecharse y beneficiar a su colonia. Un descaro que ya no puede ocultar después de lo visto este jueves.
Bale, a pesar de solo haber jugado cinco partidos con el Real Madrid este año, fue convocado con su selección para los partidos de respecta para el mundial de Qatar 2022 de estas semanas y nada más quitarse la camiseta del Madrid y ponerse la de Gales, se convirtió en otra persona, física y mentalmente. Atrás quedaron las molestias que le hicieron borrarse del Clásico y el jugador volvía a reír con sus compañeros. Sobre el campo, demostró que no es que sea un mal jugador, solo que no quiere hacerlo bien en el Real Madrid.
Partidazo y recado
Bale fue el capitán de Gales para el encuentro contra Austria en el que se jugaban el aspirar a un billete para Qatar. El extremo, como en sus mejores días, decidió el encuentro con dos golazos, uno de falta directa, que dejan a su compañero Alaba fuera del Mundial. Tras el partido, el galés se acercó a los micrófonos de la prensa para mandar un recado a los madridistas.
“Fue un partido increíble. Tuvimos que actuar y profundizar y usar nuestra experiencia en los grandes partidos. Es el escenario perfecto. Puedo pegar un tiro libre si puedo jugar”, recalcó el galés en clara alusión a su poca participación en el Real Madrid esta temporada. Ancelotti no cuenta con él y la afición ya se ha cansado de esperarle, algo que Bale les espetó.
“No necesito mandar ningún mensaje. Sería perder mi tiempo. Deberían sentirse avergonzados. Es desagradable, es una vergüenza”, declaró Bale refiriéndose a las críticas que recibe por parte de aficionados del Real Madrid. Pero la realidad es que el que debería estar avergonzado es él mismo.
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Ni vuelvas
Al ver el encuentro de Bale contra Austria y escuchar sus palabras después del partido, la afición madridista no pudo contener las ganas de mandar a paseo al extremo galés. Una vez más, vuelve a salirse con su selección, de la que volverá lesionado a buen seguro, solo para aprovecharse de los servicios médicos del Real Madrid.
Sin odio pero con claro resquemos, varios aficionados sugirieron a Bale que ni volviera a Madrid después del parón, que se quedará en su casa de Gales hasta que terminase su contrato el próximo 30 de junio. Y la verdad es que no es mala idea.