'Football Leaks' sigue revelando detalles ocultos del mundo del fútbol y en esta ocasión han destapado la operación Mbappé-Real Madrid, que finalmente acabó con el francés en el PSG.
Asegura que el club blanco estaba dispuesto a pagar 214 millones de euros para fichar al joven delantero: 180 millones por el traspaso y 34 por impuestos y que ya había un acuerdo entre clubes. Una operación que también confirma 'L'Equipe' y que hubiera colocado al galo muy cerca de los 222 millones de euros que el PSG pagó por Neymar y que le convierten en el traspaso más caro de la historia.
Pero el deseo de Mbappé de jugar en París pudo más. Aunque Dimitri Vasyliev, vicepresidente del Mónaco, era reacio a traspasar a su estrella a un rival directo, puso la condición de igualar la oferta blanca para poder aceptar.
Así pues, el último día de mercado de fichajes se cerró el pase de Mbappé al PSG en forma de cesión con opción de compra obligatoria por 180 millones de euros, una maniobra que permitió a los parisinos esquivar, por momentos, el fair play financiero.
Mbappé quiere ser el mejor pagado del mundo
Otro punto importante que hizo que la gran promesa del fútbol mundial no juegue hoy día en el Bernabéu fue las altas exigencias económicas del jugador. En una reunión mantenida en Los Ángeles entre el padre de Mbappé y Florentino Pérez, el primero le exige un salario de 30 millones de euros para su hijo si quiere cerrar el acuerdo, algo totalmente desorbitado para el Real Madrid.
Esa condición, aunque con la premisa de ganar el Balón de Oro, también se la puso al PSG, que finalmente decidió pagarle 10 millones limpios al año y una prima de 500.000 euros en caso de ganar el trofeo.
Además, el equipo parisino aceptó pagar un bono por la firma del jugador de 5 millones de euros en dos plazos, por lo que el traspaso todavía le ha salido más caro de lo que las cuentas dicen.
Sin embargo, Mbappé fue mucho más benévolo con el Mónaco, al que le pidió 8 millones de euros limpios por temporada para seguir, algo que sólo cobraba Radamel Falcao y que le hubiera supuesto multiplicar por 16 el salario que tenía por aquel entonces. El cuadro monegasco no pudo satsifacer las necesidades del jugador y se vio obligado a venderle.