Conchita se ha ido haciendo popular a lo largo de estos años gracias a Sálvame.
En el programa trabaja como poligrafista y gracias a ella se han podido desvelar muchas verdades y muchas mentiras por parte de nuestros famosos.
Ha conseguido poner contra las cuerdas a muchos rostros conocidos de nuestro país. Sin embargo la que ahora se encuentra contra las cuerdas es ella misma.
Aunque es muy celosa de su vida privada, parece que algunos hombres que han tenido lugar en su vida han decidido romper su silencio.
La verdad de Conchita
Conchita siempre se ha mostrado como una mujer muy hermética. Ahora, todo podría cambiar ya que han salido algunos detalles a la luz que la ponen contra las cuerdas.
Mientras algunos aseguran que se formó en Dirección General de Empresas ella señala que estudió Turismo y que dirige un hotel. Además, también ha dejado caer en alguna ocasión que ha llegado estar metida en el mundo del pétroleo durante más de 20 años. Si a todo esto le sumamos que se embolsa 475 euros por cada polígrafo que realiza, la cosa no está nada mal.
Sin embargo, la vida de Conchita no es tan bonita como quiere hacernos creer.
Al parecer, cuenta con antecedentes penales por acusar falsamente al que fuera su pareja, Francisco Delgado Pérez. De él dijo que la había maltratado, robado con violencia e incluso que intentó simular un atentado bomba.
De hecho el supuesto auto judicial dice de ella que está "completamente obsesionada con su excompañero sentimental, al que quiere perjudicar de modo compulsivo, haciéndolo aparecer como inmoral, delincuente, desaprensivo y de la peor catadura, poniéndose ella como víctima, y haciendo ver que él la acosa y la persigue".
Esta supuesta fijación que tendría Conchita la llevó también a enfrentarse con la actual pareja de su exnovio, María Cristina de la Figuera Yturralde.
A ella, parece ser que la llamaba continuamente para hacerle "todo tipo de preguntas sobre su relación con Fran, y diciéndole que lo dejara que era mala persona y que a ella le debía dinero".
Conchita llegó a la televisión de la mano de otro poligrafista llamado José Antonio Pérez de Landa. Con él mantuvo un idilio y no guarda demasiado buen recuerdo de ella.
"Esta mujer hizo un curso conmigo, no lo pagó y no asistió a las prácticas obligatorias. Tiene un problema psiquiátrico, es peligrosa. Tiene fijación conmigo. Empezó a mandar jamones a mi casa, a llamarme por teléfono 14 veces al día, a contarle a mi mujer que había tenido un lío conmigo y a mandar anónimos a mis hijas. Bestial", asegura.
Conchita, no se ha querido pronunciar sobre el asunto aunque sí que en su día, y cansada de la campaña de desprestigio que hay hacia ella tuvo unas palabras para Landa. "Ese hombre tiene mujer e hijas y se anuncia en Internet para buscar contactos. Hay una psicóloga que le ha denunciado por esto, pero no habla porque tiene miedo. El día que le conocí ya me llevó a mi casa. El segundo me invitó a comer y así empezamos a tener una relación. Nunca me dijo que estaba casado. Lo nuestro duró tres meses y yo aguanté tanto tiempo porque le había pagado un curso de poligrafista… Luego me di cuenta de que su curso era una mierda, una estafa y le denuncié", sentenció.