Andrés Martínez Arrieta, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, será el encargado de presidir el tribunal que juzgará a los golpistas catalanes. Así lo ha anunciado OK Diario, que desvela que la antigüedad del juez le ha convertido en el acreedor de la responsabilidad de ascender y de este modo dirigir un proceso judicial tan delicado (entre otros).
El ascenso de Manuel Marchena, a su vez, a la presidencia del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en sustitución de Carlos Lesmes, tras el pacto alcanzado por el Gobierno de Pedro Sánchez y el Partido Popular, ha causado un vacío de poder en esa Sala Segunda del Supremo que llenará Martínez Arrieta. Él será el encargado de redactar la sentencia que marcará un antes y un después en el proceso catalán.
La meteórica carrera de Martínez Arrieta
Andrés Martínez Arrieta es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Su primer destino fue el de Primera Instancia e Instrucción de Azpeitia, antes de ser elegido vocal del CGPJ en marzo de 1980. En 1983 ascendió a la categoría de magistrado y tuvo que abandonar este cargó. Posteriormente, sirvió en un Juzgado de Móstoles y en el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid hasta que se incorporó como magistrado a la Audiencia Provincial de Madrid en el año 1986.
Dos años más tarde, era designado magistrado del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo y hace ahora veinte años, en noviembre de 1998, se convirtió en el magistrado más joven en acceder a este tribunal al ser nombrado magistrado de la Sala Segunda a la edad de 43 años.
Además, el magistrado ha ejercido como docente en la Escuela Judicial y el Centro de Estudios Jurídicos en distintas promociones de jueces y fiscales, como profesor asociado del Departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y como profesor de Derecho Penal en la Universidad San Pablo CEU de Madrid.
El gran caso de su vida
Probablemente, presidir el tribunal que juzgará a los líderes golpistas catalanes presos será el gran caso de su vida. Sin duda, la sentencia le marcará en un sentido o en otro, pero lo más importante es que se haga justicia. Martínez Arrieta será, desde ahora, observado con lupa tanto desde un costado como desde el otro y pase lo que pase su sentencia será una de las más polémicas de la historia de España, para bien o para mal.