El jeta Vicent Partal, director de Vilaweb, lleva el golpismo catalán hasta Estados Unidos para soltar la mayor de las falacias

Comparar la crisis catalana con las revueltas en Hong Kong, Beirut y Santiago de Chile.

02 de Febrero de 2020
El jeta Vicent Partal, director de Vilaweb, lleva el golpismo catalán hasta Estados Unidos para soltar la mayor de las falacias
El jeta Vicent Partal, director de Vilaweb, lleva el golpismo catalán hasta Estados Unidos para soltar la mayor de las falacias

El director del digital independentista Vilaweb, Vicent Partal, viajó a la Universidad de Stanford, California, el pasado 23 de enero.

En concreto, al Centro de Estudios Europeos, donde pronunció una conferencia titulada "Europa, entre el Brexit y la revuelta mundial del 2019", donde desarrolló una explicación de todos los graves conflictos sociales que han acaparado las portadas en el pasado año.

Hong Kong, Beirut y Santiago de Chile ha sido las situaciones más conflictivas de este 2019, a las que se ha unido, en un perfil distinto pero con características comunes, los chalecos amarillos en Francia. Todas ellas son movimientos no oganizados, que van desde hechos concretos al tuétano, y son principalmente de caracter social y violenta, enfocada por y para la juventud.

Sin embargo, el independentista ha decidido incluir entre estas revueltas a Cataluña.

Líderes de una Europa cansada

Las revueltas de Hong Kong comenzaron por la ley de extradición, pero acabaron reclamando la democracia. En Beirut, se comenzó con el impuesto de Whatsapp y acabaron hacer caer al Gobierno. Santiago de Chile se levantó por el precio del transporte, y acabó produciendo una reforma de la Constitución. 

Y, según Partal, Cataluña comenzó con la rebelión contra la sentencia de los presos políticos, y acabó enmarcándose en la lucha por la independencia de Cataluña

Y todo esto, afirma el director de Vilaweb, se produce con unos líderes europeos que no son conscientes del cansancio de Europa ante las políticas de austeridad y de una explosión de autoritarismo político, que en Francia se ha saldado con 12.000 detenidos y once muertos, y en otros países europeos, con el auge de partidos de ultraderecha.