El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz González, se jactó el pasado abril en una comparecencia parlamentaria de "favorecer" la concesión de permisos de tercer grado a personas que se encontraban en ese momento cumpliendo condena.
Según OK Diario, Francisco Javier Almeida, el asesino del niño de Lardero, disfrutó de ese permiso de tercer grado un año antes (en el mes de febrero de 2020) de las declaraciones del cargo de la máxima confianza del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
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"Uno de los compromisos asumidos" por el departamento en el que trabaja es el de "favorecer el desarrollo de la intervención tratamental y de los procesos de reinserción social, así como el incremento de las personas penadas en régimen de semilibertad", confesó el pasado mes de abril.
De hecho, el secretario general de Instituciones Penitenciarias llegó a presumir que, desde su llegada al Ministerio en 2018 las «personas clasificadas en tercer grado y aquellas en torno a unas 600 clasificadas en segundo grado, pero con la modalidad de vida del tercer grado, el conocido popularmente como artículo 100.2, se ha pasado de un 17,7% a un 20,5%, es decir, un crecimiento de casi 3 puntos".
Según la información publicada por El Español, el departamento de Fernando Grande-Marlaska premiaba a los centros penitenciarios que más permisos de tercer grado concediese, como el que permitió al asesino del niño de Lardero salir de prisión a pesar de estar cumpliendo condena por un delito grave.
La citada fuente ha señalado que se premia, según el índice de calificación empleado, con un 2 a los centros donde los terceros grados sean del 60% de los reclusos o incluso más, con un 1,5 en los que el porcentaje se sitúe entre el 40% y el 60% y con un 1 en las cárceles donde esté entre el 20% y el 40%. Un 0 tienen los centros con menos de un 20%.
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Incentivos salariales por dar el tercer grado
En la orden de servicios emitida por el Ministerio del Interior, siempre según la citada fuente, se especifica que los incentivos salariales tendrán efectos a partir de la nómina de junio de 2020 derivadas del periodo de devengo de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2019, y enero y febrero de 2020.
Es decir, que se está premiando, a nivel económico, a los centros penitenciarios y a los encargados de estos por poner en libertad a presos peligrosos como el asesino del niño de Lardero, que en febrero de 2020 pudo abandonar la cárcel gracias al tercer grado que le concedieron.