Carles Puigdemont decidía huir de España en 2017 tras el golpe de Estado que promovió como president de la Generalitat en Cataluña el 1 de octubre. Una fuga de la Justicia, y por tanto, de sus responsabilidades como líder independentista, que le llevó a buscar una residencia permanente fuera de España.
En concreto, el ya ex president de la Generalitat se asentaba en Waterloo tras su golpe de Estado, donde disfruta de una gran mansión como residencia, a la vez que ejerce como eurodiputado en el Parlamento Europeo, y como presidente de su propio Consell per la República, donde unos pocos radicales indepedentistas siguen financiando su tren de vida en Bélgica.
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Un tren de vida que, en muchas ocasiones, el independentista fugado ha asegurado que no es más que 'superviviencia', destacando, en cada una de sus intervenciones públicas, que le ha tocado sufrir el exilio de Cataluña debido a la persecución que sufre del Estado español opresor.
Un discurso victimista con el que Carles Puigdemont intenta dar una imagen de político desamparado y sin recursos pero que, sin embargo, es desmentido por el propio Puigdemont. Eso sí, sin palabras.
Su vestimenta lo aclara todo
Y es que, a pesar de las palabras del fugado, que insiste en que está pasándolo realmente mal en Waterloo, apartado de Cataluña y de todos sus seres queridos, la verdad es que su día a día no parece estar tratándole demasiado mal.
Así pues, la chaqueta de Carles Puigdemont desmiente por completo las declaraciones del expresident sobre su tren de vida como 'exiliado' catalán: muy mal no tiene que estar pasándolo el catalán en Waterloo, cuando su chaqueta parece empezar a quedarle pequeña... a lo ancho.
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Algo que se puede comprobar en las últimas apariciones públicas del ex president, donde el botón de cierre de la americana del traje está a punto de ceder ante la presión, demostrando que, a pesar de su 'exilio', Puigdemont goza de los grandes placeres de la vida, en los que, tal y como apuntan los rumores, no faltan algunos de los elementos más valorados de la gastronomía española, como son el jamón ibérico o el vino.