Granada está conmocionada por un suceso que ha tomado por sorpresa a todos los ciudadanos de Andalucía: una mujer ha sido detenida por la policía acusada de malos tratos en el ámbito familiar después de que las mismas fuerzas del orden pudieran acceder al domicilio donde la mujer arrestada tenía confinada a su propia abuela en unas condiciones inhumanas.
Este pésimo tratamiento había provocado que la anciana, que cuenta con 94 años de edad, intentara saltar en varias ocasiones del balcón de su vivienda con tal de escapar el castigo al que le sometía su propia nieta. En uno de estos intentos, varios vecinos llamaron a las autoridades policiales al ver cómo la anciana intentaba despeñarse sin éxito hacia el vacío. Alarmados por la situación, una patrulla llegó rápidamente al lugar y lograron disuadir a la anciana, que se había quedado sola en casa ante la salida de su nieta.
Esta mujer desconocía completamente la situación, por lo que los agentes intentaron entrar en el domicilio para socorrer a la anciana. Incapaces de abrir la puerta, los bomberos de Granada tuvieron que hacer acto de presencia, entrando al domicilio a través del balcón y desbloqueando la puerta para que los agentes desplazados hasta allí pudieran hacerse cargo de la investigación y comenzaran a interrogar a la anciana y los vecinos que habían dado la alarma sobre esta preocupante situación.
Cuando los agentes indagaron más en el caso, descubrieron el horror: la anciana no había fallecido de inanición gracias a la intervención vital de los vecinos, que se habían organizado clandestinamente y a espaldas de su nieta para llevarle comida y bebida a través del balcón, puesto que su propia familiar había restringido enormemente las cantidades de comida que la anciana ingería diariamente, provocando que pasara hambre y viviera en unas condiciones infrahumanas.
La anciana, además, presentaba marcas y restos de sangre por todo su cuerpo. Un examen más concienzudo de la vivienda reveló el por qué: la anciana, debido a su avanzada edad, se había caído en varias ocasiones y había sufrido graves daños, provocando incluso heridas que le hacían sangrar. Esta hipótesis quedó confirmada cuando los agentes detectaron sangre seca en el suelo del piso y cuando la propia anciana y los vecinos mencionaron este hecho.
En ese preciso momento, la nieta regresó al domicilio, pero se encontró con la dotación de policía, que la estaba esperando para arrestarla. Además, los agentes han enviado en el acto a la anciana al Hospital de Traumatología de Granada, donde se recupera del continuado delito de malos tratos en el ámbito familiar del que se acusa a su nieta, que ya se encuentra en dependencias policiales y a disposición judicial para afrontar la condena por su horrible comportamiento.