Lanzan cócteles Molotov, queman coches, tiran ácidos a los Mossos y convierten Barcelona en un auténtico infierno. Torra les pidió que apretaran y han apretado. Y se han pasado. Y todos se han asustado, hasta el propio Torra. Y la comprensiva Ada Colau, a la que la factura de los desperfectos le va a subir un pico.
Se les ha ido de las manos
La revolución de las sonrisas ha generado escenas de pánico en toda Cataluña: un padre que sale de su casa con su bebé en brazos huyendo de la barbarie, un manifestante atropellado en Tarragona parapetado tras un contenedor, ataques con material pirotécnico a un helicóptero, objetos mortales lanzados contra las fuerzas de seguridad, destrozo de material urbano, semáforos desintegrados, contenedores calcinados, árboles chamuscados, dos coches que arden, un cámara de Telemadrid herido en la cabeza... ¡Se les ha ido de las manos!
Pero no sólo en Barcelona. Hubo más de lo mismo, pero en menor escala, en Gerona, Tarragona y Lérida. Los ciudadanos de Barcelona no podrán borrar de su memoria mientras vivan las imágenes de la entrañable Gran Vía convertida en un irreconocibe campo de batalla primero. y después en una vía inmunda repleta de escombros, deshechos y restos de la contienda.
Los CDR, los amigos de Torra, los mismos a los que no hace mucho el presidente de la Generalitat animaba a "apretar", se han pasado. Le han hecho un flaco favor al independentismo, que inició su tercera jornada de protestas con una manifestación pacífica que congregó a 22.000 personas sin más novedad que el lanzamiento simultaneo de rollos de papel higiénico, una escena de gran belleza plástica.
Los Mossos reciben órdenes de no cargar
Pero lo que vendría después no tuvo nada de bello. Asedio a la Consejería de Interior, más hogueras y más agresiones a las fuerzas de seguridad, que volvieran a actuar ofreciendo una imagen de unidad. Cargas y todos huyendo hacia la Gran Vía para tomarla.
Y la tomaron. Los Mossos recibieron órdenes de no cargar. Mantuvieron una actitud pasiva ante lo que estaba pasando frente a ellos e incluso en algún momento llegaron a desaparecer produciendo una situación cómica en la que los manifestantes no sabían qué hacer sin enemigo en el frente. Parecía un monólogo de Gila. Optaron por no cargar y dejarles actuar, para que el mundo entero vea cómo las gastan, cómo son... quiénes son los violentos. No cayeron en la trampa del 1-O y los dejaron retratados.
El parte de guerra: 52 heridos
El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) ha informado de que ha atendido a 52 personas durante las movilizaciones del miércoles en Cataluña.
Una de las más graves se ha registrado en Tarragona, cuando una persona ha sido atropellada por un furgón de Mossos al dispersar una manifestación e impactar en un contenedor. Presenta un traumatismo craneocenfálico pendiente de valoración hospitalaria.
Aparte, los Bombers de Barcelona han atendido una contusión facial con posible afectación ocular, y que está pendiente de seguimiento hospitalario, informa el SEM.
En la ciudad de Barcelona se han contabilizado otras 32 asistencias, de las cuales 15 han sido dadas de alta en el lugar, siete han precisado traslados y diez se encuentran activas.
Finalmente, se han registrado otras cinco asistencias en Girona (cuatro altas in situ y un traslado); diez en Lleida (con tres traslados), dos en Manresa (ambos trasladodos), una en Sils (traslado grave) y otra en Sallent (traslado).
Una veintena de detenidos
Por su parte, una veintena de personas han sido detenidas en Cataluña durante los disturbios del miércoles por la noche contra la sentencia del proceso independentista, después de los 25 registrados en la noche del martes.
Se les ha detenido "por su presunta relación con actos violentos" en la concentraciones y manifestaciones, han informado los Mossos d'Esquadra vía Twitter a la una de la madrugada.
La jornada del martes se cerró con 25 arrestados en toda la comunidad por los incidentes en las protestas. El juez ha dictado prisión provisional sin fianza para cuatro detenidos en Barcelona en esa jornada por presuntos desórdenes, atentado y lesiones leves.
El juez ha dictado prisión provisional sin fianza para cuatro detenidos en Barcelona por los disturbios de este martes en respuesta a la sentencia por el juicio del 1-O, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
El magistrado ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para los cuatro arrestados por los delitos de desórdenes públicos, lesiones, daños y atentando a la autoridad.
El juez atiende así el criterio de la Fiscalía, que había solicitado prisión sin fianza para ellos, arrestados durante las protestas ante la Delegación del Gobierno en Barcelona, que terminaron con graves disturbios en el centro de la ciudad.
Mientras Barcelona ardía, Marlaska cenaba plácidamente en Madrid
Mientras los incidentes ganaban en intensidad, el ministro Grande-Marlaska era sorprendido cenando plácidamente en un restaurante de moda del barrio de Chueca. Y Pedro Sánchez ofrecía un mensaje institucional a la nación tras reunirse con todos los líderes de los partidos políticos del espectro constitucional y amenazaba a Torra exigiéndole que condenara la violencia.
"El Gobierno no va a permitir que la violencia se imponga a la convivencia. El Gobierno continuará haciendo frente a cualquier ataque a los derechos de las personas que se hagan por parte de grupos aislados", dijo el presidente, que anunció también las tres reglas que aplicará en Cataluña: firmeza y proporcionalidad, así como la unidad de los partidos "dispuestos a defender el orden constitucional".
Sánchez bendice las manifestaciones ilegales... si son pacíficas
Sánchez fue directo: "Deseo hacer un llamamiento a Quim Torra, tanto él como su gobierno tienen el deber político y moral de condenar sin excusa y sin paliativos el uso de la violencia en Cataluña... Ningún gobernante puede ocultar su fracaso tras cortinas de humo y fuego". Y acabó alardeando de buena predisposición resumiendo que La Moncloa bendice las manifestaciones ilegales siempre y cuando sean pacíficas.
Mientras eso pasaba Casado se ponía nervioso y afirmaba que Sánchez no había estado a la altura en el tema catalán y le recordaba que le había prometido su colaboración en la unidad reclamada... "pero para hacer algo". Santiago Abascal, por su parte, iba más lejos y reclamaba directamente prisión para Torra.
En el otro bando todos se hacían los sorprendidos. Jordi Sànchez, desde la cárcel, advertía a los suyos que "desde la violencia el Estado se legitima". Y todos coincidían: "Estos no son los nuestros". Puigdemont avisaba a España: "A estos no les visteis escondiendo urnas ni imprimiendo papeletas" y añadía: "Nosotros no necesitamos la violencia para ganar, la necesita el Estado para derrotarnos". Y Junqueras pedía rechazar la violencia "venga de donde venga". A buenas horas. También ellos estaban avergonzados por el lamentable espectáculo.
Torra le echa la culpa a los "infiltrados"
Cuentan las malas lenguas que Pedro Sánchez cogió de la oreja a Torra y le obligó a salir de su madriguera y dar la cara ante los catalanes condenando la violencia. Torra, jefe supremo de los Mossos, se pasó el día participando en el corte de una de las principales arterias de Cataluña, la autopista que Gerona, y mostrando su euforia por el éxito de las manifestaciones "pacíficas". Y cuando le cuestionaban sobre si condenaba la violencia, se iba por las ramas. Es lógico. Torra es el que pedía a los violentos CDR que apretaran contra los Mossos. Y es que Torra juega a dos barajas en esta guerra.
Este es el texto íntegro de su mensaje a Cataluña: "El movimiento independentista no es ni ha sido violento. Siempre hemos condenado y condenamos la violencia. No se pueden permitir los incidentes que estamos viendo en las calles de nuestro país. Esto se tiene que parar ahora mismo. No hay ninguna razón ni ninguna justificación para quemar coches ni para ningún otro acto vandálico. La protesta debe ser siempre pacífica y cívica. Cuanto más masiva, mejor, pero siempre pacífica. Es así como no perdemos la razón. No podemos permitir que grupos de infiltrados y de provocadores perjudiquen la imagen de un movimiento de millones de catalanes que han salido siempre a la calle de manera firme pero serena. No hemos de caer en la trampa que nos ponen. No queremos provocaciones. No las toleraremos. No podemos aceptar que pocos que no nos representan rompan el camino que ha seguido desde hace muchos años el independentismo. Es normal y es bueno que protestemos por una sentencia injusta y absolutamente aberrante. Las 'Marchas por la libertad' que han empezado hoy son un magnífico ejemplo de eso. Y, sobre todo, nada ni nadie nos debe hacer perder la capacidad de avanzar. No lo permitiremos. El Primero de Octubre derrotamos al Estado sin destrozar nada. El independentismo construye, no destroza. No va contra nadie, va a favor de todos. Repito: serenidad, determinación, civismo, no violencia. Muy buenas noches".
Ni una palabra de agradecimiento a los Mossos
Torra apareció tarde y mal. No le vimos en las barricadas tratando de calmar a los suyos, a los violentos. Tampoco le oímos una palabra de apoyo a los Mossos, tal y como le recriminó Iceta. A fin de cuentas son tan "suyos" como los CDR. Pero todo hace indicar que su aparición televisiva condenando la violencia obedece a una exigencia de Pedro Sánchez que pasaría por amenazarle con el 155 de forma inmediata y su cese como president de la Generalitat.