Zinedine Zidane y Gareth Bale no acabaron bien el curso pasado. El francés se cansó de esperar al galés, y Bale acabó muy enfadado por ser suplente en Kiev.
Por eso, la revolución de Zidane en su nuevo Real Madrid, en el que tiene pleno poder en materia de fichajes, pasa por prescindir de Gareth Bale.
Sin embargo, no será nada fácil que el extremo galés salga del conjunto blanco. (Los problemas de muy difícil solución que le esperan a Zidane en el Madrid)
Para empezar, el sueldo de Bale (12 millones de euros) está muy por encima del nivel que ha demostrado esta temporada y ningún equipo le pagará tal cantidad.
En segundo lugar está el tema de las lesiones, que han mermado el rendimiento de Bale y ha hecho que le pongan el mote de ‘jugador de cristal’.
Ningún club pagará 12 'kilos' netos a Bale por temporada
Por sus constantes lesiones y porque en julio cumplirá 30 años, nadie pagará 70 millones de euros por el galés.
El Manchester United quería a Bale, bueno, en realidad era un deseo de Mourinho, pero sin el portugués en Old Trafford el conjunto inglés no está dispuesto a hacer un gran desembolso en un jugador que parece haber entrado en el declive de su carrera.
El Tottenham es la mejor opción que tiene Bale, aunque en ningún caso le pagarían lo mismo que en el Madrid.
El conjunto blanco está interesado en Eriksen (27 años), y Bale podría entrar en un intercambio que sería visto con buenos ojos por Daniel Levy, pero el presidente del Tottenham no está dispuesto a pagarle 15 ‘kilos’ al galés.
Zidane deberá la mejor versión de Bale de aquí hasta final de temporada si el Madrid aspira a desprenderse de él verano. No queda otra.