El Pleno del Parlament ha dejado muchas pistas sobre el futuro político que le espera a Cataluña. Torra, que agota sus últimos suspiros como presidente de la Generalitat, ya sabe que ERC le ha traicionado y que está más cerca de los socialistas que de los suyos, JxCat. El actual modelo catalán es ingobernable y el cartucho Torra ya está amortizado, tocado y hundido. Y eso no lo han decidido en Madrid los poderes del estado. Se lo han dicho las fuerzas políticas del Parlament. En Cataluña ha dado comienzo la Guerra de Sucesión. (ERC se desmarca de Torra, le deja tirado y asume su suspensión)
Los aplausos que recibió Torra en su discurso desesperado de autodefensa reclamando ayuda para aferrarse al sillón presidencial no obtuvieron el apoyo de Esquerra Republicana de Cataluña. Y sin el respaldo de los republicanos, Torra no es nadie. Mientras los mayoritarios de Ciudadanos, en pie, gritaban "¡¡Delincuente, delincuente!!", sus socios de ERC callaban. La imagen de su vicepresidente Pere Aragonès sin atreverse a mirar a los ojos a Torra mientras los correligionarios del president ovacionaban su intervención ya era una declaración de intenciones. ERC aceptaba la suspensión del escaño de Torra y le abandonaba a su suerte después de más de dos años navegando juntos.
ERC traiciona a Torra y se va con Iceta y Pedro Sánchez
Cataluña se dirige a toda velocidad hacia unas nuevas elecciones a las que el independentismo se presentará más desunido que nunca. ERC ha movido ficha y se ha casado con Pedro Sánchez y los socialistas, a los que se suman los Comunes, que en Cataluña pintan más que Podemos en España. El escenario parece claro. Gane quien gane las elecciones, gobernará el tripartito, algo que no es nuevo en la política catalana y que ya se vivió en la época del presidente Pasqual Maragall. (Torra pone a ERC contra las cuerdas: “O Pedro Sánchez o yo”)
De Ciudadanos se espera un bajón importante después de sus últimos descalabros electorales en Cataluña y dejará de ser la principal fuerza política. Teniendo en cuenta el desgaste que le ha supuesto a ERC entre los suyos su voluntad de llegar a acuerdos con Madrid, JxCat se presenta como favorita para ganar las elecciones. Y más con Puigdemont suelto por ahí y con más libertad que nunca para mitinear ante los suyos, aunque sea a distancia. Sin embargo, JxCat en ningún caso obtendrá más votos que ERC, PSC y Comuns juntos.
El tripartito que marcará un cambio en Cataluña
Y ese es el futuro que le espera a Cataluña. Un gobierno con un poco de independentismo, un poco de izquierda y un poco extrema izquierda. Surtido variado. Como en España, pero con un toque independentista. Como en los viejos tiempos en los que Convergencia (JxCat) se peleaba con los denunciantes del 3% entre los que se encontraba ERC, entonces más izquierdosa que nacionalista. Como ahora.
ERC seguirá trabajando por la independencia, pero con más cabeza. Junqueras lo tiene claro: no puede haber independencia sin una mayoría social. Y en eso están, en conseguirla. Ese punto es el que aleja a ERC de sus socios naturales de JxCat, con quienes ha gobernado hasta el día de hoy: el partido de Torra apuesta por la vía unilateral, por la confrontación y el de perdidos al río. ERC ha descartado esa opción de su ruta política. (Pedro Sánchez cumple con ERC y saca a la Guardia Civil de Cataluña)
El independentismo salta por los aires
Y enmedio está la CUP, que ve que el tema independentista se les va de las manos con estas guerras intestinas que sitúan a su formación más cerca de la derecha catalana y radical que de la izquierda "razonable" de ERC. El independentismo ha saltado por los aires. Juntos eran peligrosas. Separados, inofensivos.
Con la desaparición del obtuso Torra del mapa político, Cataluña entrará en una nueva etapa de pactos y entendimientos con Madrid. Seguirá caminando hacia la independencia, pero de otra manera. ¿Más rápida o más lenta? Dependerá de cómo le vaya a Cataluña con el nuevo concepto de gobierno. Si los acuerdos con Madrid permiten a Cataluña mejorar a todos los niveles, el independentismo perderá gas. La gente está harta, quiere seguridad y tranquilidad y recibirá de buen grado cualquier avance en su prosperidad. (El independentismo impulsa la fuga masiva de empresas de Cataluña rumbo a Madrid)
Tripartito afín a Sánchez
Pero habrá que ver cómo se vive en España esta pacificación de Cataluña a costa de prebendas y privilegios respecto a otras autonomías que la oposición no permitirá a Pedro Sánchez. Si Sánchez gana el combate con las tres derechas, que no le dejarán pasar una (para eso necesita el apoyo de todos los demás), el problema catalán se irá desactivando. Si las derechas niegan un trato de favor e imponen castigos a Cataluña, el independentismo puede incluso crecer. (ERC se desmarca de Torra, le deja tirado y asume su suspensión)
Es la cruda realidad del futuro que espera en Cataluña. Torra amenaza con elecciones inmediatas, consciente de que Ciudadanos bajará y ERC acusará el desgaste de su "sumisión" a Madrid. Es posible que ganen los suyos (aunque él ya no estará), pero en ningún caso gobernarán los suyos. Todo está preparado para que el tripartido afín a Sánchez tome las decisiones en Cataluña.