Carme Forcadell, ahora expresidenta del Parlament catalán, se sentaba en el banquillo de los acusados, y frente al juez Marchena, para explicar su implicación en el juicio del 1-O.
Una intervención que provocó el estupor y el desconcierto entre muchos independentistas catalanes, ya que los acusados decidieron 'prescindir' de su sentimiento independentista, buscando la forma de librarse de la condena, asegurando muchos de ellos que su papel fue ínfimo durante el desafío independentista.
"En un parlamento tiene que poder hablarse de todo" aseguraba Forcadell ante el Tribunal Supremo, defendiendo que ella, como presidenta de la Cámara catalana, tenía que asegurar la libertad de expresión y la inviolabilidad de la Cámara.
Sin embargo, lo que más extrañó a los secesionistas catalanes es que Forcadell, al igual que varios de los acusados, decidieron contestar a las preguntas del tribunal en castellano, 'olvidando' temporalmente el 'supremacismo' del catalán deffendido por el independentismo más radical, a favor de su propio beneficio.
Ahora se arrepiente de haberse 'vendido' al Supremo
Sin embargo, el 'abandono' de sus premisas independentistas, y de su lengua catalana, no sirvieron de nada, ya que Carme Forcadell acabó condenada e ingresando en prisión, al igual que el resto de líderes implicados en el procés secesionista.
Y es precisamente por eso por lo que ahora, la ex presidenta de la Cámara dice arrepentirse de utilizar el castellano ante el tribunal: y es que el uso de la lengua castellana no fue suficiente para evitar su condena.
La última del independentismo: escuchar la palabra "España" les produce 'urticaria'
"Visto como fue no sirvió de nada, por lo tanto de eso me arrepiento" ha asegurado Forcadell en una entrevista con 'El Suplemento' de Catalunya Radio.
Aún así, intenta ante el entrevistador defender su decisión de 'venderse' a España en aquel momento, en el que decidió abandonar todas las premisas independentistas para intentar salvarse de la prisión: "Pedimos la traducción simultánea, pero nos lo denegaron, y sólo nos ofrecieron la traducción a través de un tercero [...] pensé que la persona podría no traducir bien lo que dije, se debería rectificar constantemente, sería un no acabar... aposté por facilitar la comprensión".