¡¡El independentismo se muere!!

Los datos que confirman que Cataluña se ha hartado del Procés.

¡¡El independentismo se muere!!
¡¡El independentismo se muere!!

Los resultados del último barómetro del CIS que ayer se hicieron públicos ponen de manifiesto que el independentismo catalán se muere.

Se muere de muerte natural, víctima de sus propios achaques y, sobre todo, del agotamiento de un Procés hacia la independencia que a medida que pasan los días es valorado por la ciudadanía más como un sueño que como una realidad.

El electorado se siente engañado

El electorado se siente engañado. Le prometen cosas que no se cumplen y, lo que es peor, ve cómo la ley no está de parte de los suyos, que se estrellan una y otra vez contra la razón que juega a favor de los otros.

Políticos elegidos se pudren en las cárceles, políticos elegidos fugados en el extranjero... El voto independentista se va convirtiendo en inútil. Y, además, Europa le da la espalda a una Cataluña independiente. Los últimos acontecimientos relacionados en  el Parlamento Europeo con Puigdemont, Comín y Junqueras dejan claro que Europa está con España y no con los afanes separatistas de un sector de los catalanes.

El plantón de Puigdemont a los 8.000 catalanes desplazados a Estrasburgo es sintomático. Puigdemont es un presidente ilegal, un político inhabilitado que no puede ni juntarse con miles de catalanes que han ido a verle a Estraburgo porque la ley está contra él. Los otros están en la cárcel. Esos son los líderes del Procés. Y el electorado se ha cansado.

Lo confirman los datos del último baremo elaborado por el CIS según los cuales el PSC ganaría de nuevo holgadamente en Cataluña las elecciones generales con un 27,2% de los votos seguido muy de lejos por ERC, con un 18,5%. 

Sólo el 25% les apoya

El problema del independentismo es que detrás de ERC vienen en Comu Podem y Ciudadanos y que su punto de apoyo seccionista, JuntsxCat, el partido heredero de CIU al que pertenecen Puigdemont y Torra, perdería la mitad de los votantes respecto a las últimas elecciones y pasaría de aglutinar al 12, 05%  del electorado al 6,1%. Es decir la mitad.

Entre ERC y JuntsxCat no llegarían al 25% del total de los votos catalanes, lo que deja al descubierto el problema de credibilidad de un separatismo que ha llegado muy lejos gracias a la mentira, pero que finalmente ha topado con la realidad de una población que está ya harta de repúblicas ficticias y de paraísos terrenales que no existen más allá de la imaginación de los embaucadores que han vivido de esto durante años.

Y con el 25% no van a ningún lado. Sin el apoyo de la gran mayoría de los catalanes no se puede decidir en su nombre... A no ser que la hoja de ruta hable de salirse con la suya a base de golpes de estado. Pero eso, ya lo saben, tampoco gusta en Europa.