Entre los separatistas catalanes no se estila decir la verdad de las cosas. Así ha quedado demostrado, una vez más, al ver la lluvia de insultos que ha recibido el indepe Joan Tardà por parte de separatistas radicales tras afirmar que España es un “Estado democrático”.
Si bien ayer publicamos la noticia de Tardà admitiendo que España es un estado democrático, hoy tenemos que lamentar los insultos que ha recibido el político independentista de Esquerra Republicana de Catalunya por destapar las mentiras de Torra y compañía y decir la verdad. (La brutal bajada de pantalones de Joan Tardà (ERC) ante España tras el pacto Sánchez-Iglesias)
Insultos indepes al indepe Tardà
“El fascismo lo tenéis en casa y calláis como putas vendidos que sois los políticos”, “Haced el favor de no votar más a esta gentuza” o “Sí Joan, España es un Estado democrático que tiene a tu presidente preso por poner urnas. Te recomiendo un psicoanalista” son algunos de los insultos que ha recibido el ex portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados.
Tardà insiste
“A todos los que me seguís insultando: sí, España es un estado democrático reconocido como tal por todas las democracias. Desgraciadamente es una democracia de poca calidad“, ha respondido Joan Tardà a los radicales independentistas que le han insultado.
Rufián también le defiende
“Quienes hoy llaman traidor a Tardà son quienes le llamaban radical por independentista mientras aplaudían a quien pactó con Felipe y con Aznar. Mientras votabais a CIU en las autonómicas y a PPSOE en las generales, Tardà ya se partía la cara con todos ellos. Un poco de respeto”, ha escrito Gabriel Rufián en defensa de su compañero de partido.
La verdad ofende
Los líderes independentistas han repetido una y otra vez mentiras sobre España. Han hablado de represión de Estado e incluso de dictadura española, pero lo cierto es que la española es una de las democracias mejor valoradas y más respetadas del mundo.
Tardà, diciendo la verdad, ha puesto en su contra a los radicales independentistas, que con sus insultos han demostrado que la verdad les ofende y que prefieren el pensamiento único.