El independentismo se 'desinfla' de miedo: no se 'atreverán' a desobedecer la sentencia del TSJC

El conseller de Educación, Josep González Cambray, asegura ahora que el catalanismo siempre ha apostado por la "convivencia".

El independentismo se 'desinfla' de miedo: no se 'atreverán' a desobedecer la sentencia del TSJC
El independentismo se 'desinfla' de miedo: no se 'atreverán' a desobedecer la sentencia del TSJC

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sentenciaba la obligatoriedad de que todas las escuelas de preescolar cumplieran con un mínimo del 25% de sus horas lectivas en castellano, tras la denuncia de una familia del Canet de Mar, que buscaba en la Justicia el apoyo para que su hijo, de cinco años de edad, pudiera estudiar castellano en el colegio.

Una decisión judicial que encendía al independentismo más radical, no sólo en Canet de Mar, sino en todo el territorio de la autonomía catalana, donde algunos cientos de independentistas salían a las calles amenazando a la familia, defendiendo la 'inmersión lingüística' en las escuelas, y aplaudiendo a la banda terrorista catalana Terra Lliure.

Exaltación del secesionismo más radical que tenía eco en el Parlament de Cataluña, negándose el conseller de Educación, Josep González Cambray, a hablar en castellano, mientras algunos líderes independentistas como Laura Borràs hacían un llamamiento público a desobedecer la sentencia del TSJC.

Una excitación independentista que se convertían en una cuestión nacional, siendo muchos políticos, con las formaciones de Vox y Ciudadanos a la cabeza, los que exigieron al Gobierno de España que tomara medidas frente a este nuevo desafío independentista, llegando a proponer la aplicación del artículo 155 en la autonomía catalana.

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Enfado evidente a nivel nacional que ha hecho que los nacionalistas catalanes bajen el tono de sus propuestas en estas últimas horas, ante el miedo evidente de caer de nuevo en sentencias condenatorias por desobediencia, y ante la posibilidad de que el Estado tome nuevamente el control del Gobierno regional.

Un miedo que ahora ha llevado al conjunto del Parlament, con los votos de ERC, Junts y Comuns a aprobar una propuesta de la CUP, por la que se garantizará la aplicación de la inmersión lingüística... dejando toda la "responsabilidad política y jurídica" al Departamento de Educación de González Cambray.

Cambray apuesta por la "convivencia"

Así pues, tras las sonoras amenazas de desafiar de nuevo al Gobierno español y al Poder Judicial, el independentismo ahora se lava las manos, abandonando el extremismo que se han vivido en las últimas semanas en Canet de Mar, dejando en manos del conseller resolver el conflicto.

Un conseller que, sabiéndose señalado, ha decidido cambiar su discurso en el Parlament, y asegurando, ante una pregunta de la diputada popular Lorena Roldan, que "el sistema educativo catalán siempre ha sido un ejemplo de convivencia, de cohesión y de consenso".

"Forma parte del ADN del sistema educativo catalán y forma parte del alma de los catalanes, estaremos junto a la convivencia" ha asegurado Cambray quien, sin embargo, ha evitado apoyar a la familia de Canet, así como condenar los mensajes de odio contra ellos.

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Cambio de actitud en el que, sin embargo, el conseller no ha dudado en criticar que son los partidos constitucionalistas los que buscan sembrar el odio y la división dentro de la sociedad catalana, intentando así culpar a otros de las acciones de los radicales fascistas del independentismo.

"Nosotros somos los de la cohesión" ha asegurado "Ustedes son los de la división y los de la amenaza. Siempre condenaremos cualquier tipo de acoso, siempre condenaremos cualquier discriminación y siempre condenaremos cualquier violencia [...] no vamos a permitir que nos dividan por razón de lengua" ha sentenciado el independentista, dejándose a sí mismo en ridículo ante las mentiras ocultas en sus afirmaciones, que discrepan de la realidad vivida por la familia de Canet desde hace días.