El independentismo quiere poner sus sucias garras en el Barça

Jaume Roures, Sandro Rosell, Pep Guardiola, Xavi Hernández... los protagonistas de las elecciones de 2021

El independentismo quiere poner sus sucias garras en el Barça
El independentismo quiere poner sus sucias garras en el Barça

El independentismo catalán se apresta a posar sus garras sobre el FC Barcelona. La exposición mediática del club a nivel internacional empequeñece todo lo demás: aeropuertos tomados, fronteras bloqueadas, contenedores incendiados o calles destrozadas... Nada de eso llega al nivel del Barça y al impacto que genera fuera de nuestras fronteras.

Les falta el Barça

En JxCat, ERC y la CUP ya se relamen ante la posibilidad de llenar el Camp Nou de pancartas gigantes ofensivas contra España y que denuncien la represión en la que vive la ficticia "república" catalana... y con la bendición del presidente. Como aparato propagandístico el Barça y sus estrellas ofrece la posibilidad de enviar un mensaje al mundo que venda lo que más le interesa a la minoría ruidosa que gobierna los destinos de Cataluña.

Les falta el Barça. Bartomeu les ha tolerado, pero nunca ha sido uno de los suyos. De hecho no tiene un pelo de independentista. El próximo verano, si un cataclismo en la Champions League no precipita las cosas antes, habrá elecciones a la presidencia. Los estatutos le impiden a Bartomeu presentarse a la reelección (sus posibilidades hubieran sido cero) y no se vislumbra a estas alturas un candidato continuista que prolongue la obra del actual presidente. Bartomeu lo ha hecho tan mal que ha sido incapaz de formar a un delfín y vertebrar una candidatura que impida a los demás levantar las alfombras a su llegada. (El Barça es un polvorín, una ruina y está en las últimas: ¡¡Bartomeu, contra las cuerdas!!)

Bartomeu ha perdido a once directivos por el camino

A Bartomeu le han abandonado 11 directivos durante su mandato. Por el camino quedaron algunos de mucho peso y con aspiraciones presidenciales como Javier Faus, Susanna Monje, Carles Vilarrubí o Emili Rousaud. Todos quemados por el camino. Sólo le queda el vicepresidente Jordi Cardoner, el nieto de Nicolau Casaus, que no parece entusiasmado con la idea de asumir el continuismo. "Ser presidente del Barça no compensa", manifestó recientemente.

Víctor Font tiene a Xavi

Así las cosas, el sillón presidencial queda abierto a gente de fuera nueva. El principal postulante es Víctor Font, un empresario informático que hace tiempo que anunció su intención de presidir el Barça y lleva años en campaña vendiendo su condición de nuevo y presumiendo de Xavi Hernández como entrenador y todo el clan de exjugadores que le rodea (Carles Puyol, Iniesta y Víctor Valdés entre otros).

La jugada de Núñez con Cruyff

Bartomeu intentó repetir con Xavi la jugada de Núñez con sus opositores nacionalistas, que presumían de tener a Johan Cruyff de su lado. Cuando más tocado estaba a Núñez, en 1988,  fue a por Cruyff y llenándole los bolsillos de billetes consiguió que dejara tirados a sus amigos de toda la vida para irse con el mejor postor. Bartomeu intentó captar a Xavi esta Navidad para que ocupara el puesto Ernesto Valverde, pero Abidal y Óscar Grau no son Núñez ni mostraron su capacidad de convicción. Xavi les dejó claro que ya estaba comprometido con Font y que no se iba a quemar con Bartomeu en su último año de mandato.

Font ha trabajado mucho, tiene los deberes hechos y los contactos necesarios para lanzarse al abordaje del Camp Nou. También el aval del 15% del presupuesto del club (150 millones de euros) para cumplir su sueño.

Laporta aportará a Guardiola... si se deja

Víctor Font es un claro candidato. El otro es Joan Laporta. Este no es nuevo y durante su mandato de siete años como presidente del Barça dejó más sombras que luces: por sus excesos, por el uso de la visa del club, por sus espionajes, por sus compromisos con la Fundación Francisco Franco, por sus salidas de tono y por un desastre de gestión basada en la autocomplacencia que salvó el novato Pep Guardiola haciendo sonar la flauta por casualidad, porque Pep era una apuesta al rojo. Y salió rojo. (Laporta exige al Barça (y a Bartomeu) que acepte el chantaje de Tsunami)

Guardiola, como Beckham

Pep Guardiola será la gran baza electoral de Joan Laporta. O al menos eso es lo que él desea. Otra cosa es que Pep se deje engatusar. Le conoce muy bien y, aunque es uno de los suyos, no va a dejarse utilizar por nadie, aunque Laporta ya intentará hacerlo suyo como en 2003 vendió con descaro que tenía fichado a Beckham mientras Florentino Pérez sonreía por debajo de la nariz y callaba.

La preocupación del independentismo

Tanto Víctor Font como Joan Laporta están próximos a las tesis independentistas. Mucho más el segundo, que apuesta por la radicalidad, aunque fracasó estrepitosamente en su intentona de dar el salto al mundo de la política. Y entre el independentismo existe inquietud ante la posibilidad de que ambos candidatos dividan el voto afín a su causa en beneficio de un tercero que pudiera aparecer abanderando un Barça ajeno a las componendas separatistas.

¿Quién quiere ser el número dos?

Por eso, a un año vista de las elecciones, se están intensificando los contactos, con cenas y comidas conspirativas, para unir las dos candidaturas en una y cerrar el paso a neutrales como Bartomeu que tan flaco favor han hecho a los anhelos independentistas. El problema es convencer a Font o a Laporta para que uno de los dos vaya de número dos. Se hace difícil imaginar a Joan Laporta de vicepresidente después de haber mandado durante siete años "poniéndose como un bacó". Pero también cuesta ver a Font asumiendo la renuncia al puesto de mando después de cuatro años de trabajo y de inversión.

Jaume Roures será el maestro de ceremonias

En eso andan metidas ahora las fuerzas vivas del independentismo catalán, que tiene puestas sus garras en el Barça para expandir al mundo su mensaje en azul y grana. Nadie representa mejor los anhelos de grandeza de esta gente que el Barça, Messi y el resto de estrellas barcelonistas. Y sueñan despiertos imaginando fórmulas para recibir a sus rivales en la Champions League: "Bienvenidos a la república catalana", "Bienvenidos a Cataluña, que no es España", "Bienvenidos a un país oprimido", "Libertad para los presos políticos"...  (TV3, Barça y Generalitat: ¡¡Estos son los siniestros planes de Jaume Roures para controlar Cataluña!!)

Y Rosell plantará cara a Roures

Muchos de estos mensajes ya han sido utilizados, pero la imaginación da para mucho más. Y ahí el siniestro "escurçó negre", el potentado millonario Jaume Roures, tiene mucho que decir. Él será el maestro de ceremonias que mangoneará el asunto para que el nuevo presidente sea el que él quiera, el que desee el independentismo catalán y el que más convenga a los intereses de la soñada república catalana. 

Él tendrá mucho que decir, aunque se le verá poco porque siempre se mueve entre las sombras. Esta vez tendrá enfrente a Sandro Rosell, que no se presenta, pero sí ha anunciado su deseo de influir en las elecciones. Rosell irá con el candidato contrario a Roures. Puede ser divertido y apasionante. (Rosell le acusa de meterle en la cárcel. Y Jaume Roures le responde así)

Los próximos años del Barça serán muy entretenidos. Y hasta se ve venir que el que venga detrás acabará haciendo bueno a Josep Maria Bartomeu.