Pedro Sánchez acudía este lunes a Barcelona con la cabeza bien alta y una gran sonrisa en la cara, sabiendo que llevaba bajo en brazo, en su discurso, una de las noticias más esperadas por los independentistas catalanes: la aprobación de los indultos a los presos secesionistas, que será estudiada este martes en Consejo de Ministros.
Sin embargo, la visita a la Ciudad Condal no ha sido tan grata como se esperaba para el presidente socialista: y es que hasta cinco protestas, organizadas por la ANC, CUP y Òmnium, entre otros, han convocado a cientos de personas en la Rambla para cargar contra el acto del socialista.
"Nada a perdonar, todo por ganar" o "1-O, ni olvido ni perdón" son algunas de las consignas de los manifestantes durante esta mañana, que han sido acompañadas en todo momento por silbidos, gritos de independencia y decenas de esteladas, hasta el punto que los Mossos d'Esquadra han tenido que cerrar Las Ramblas.
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"La única vía para empezar a solucionar el conflicto político pasa por acabar con la represión, la amnistía y la autodeterminación, y no por los indultos, que no solucionan la situación de miles de represaliados" han reclamado desde Òmnium Cultural que, a pesar de que su líder, Jordi Cuixart, será uno de los beneficiados, han colgado una pancarta de seis metros ante el Gran Teatre del Liceu, donde estaría presente Sánchez.
Los líderes independentistas piden más
Siguiendo con el discurso que se ha escuchado en las calles barcelonesas, los principales líderes independentistas también han querido dejar claro a Pedro Sánchez que, aunque acepten los indultos, éstos no son suficientes para calmar al movimiento secesionista catalán.
"La agenda del reencuentro es un cuento" ha asegurado la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi; más confiado ha sido Pere Aragonès, que ha afirmado que los indultos son un "paso importante" aunque "insuficiente" en la negociación entre la Generalitat y el Estado español.
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"Lo volveremos a hacer, pero de una forma distinta" ha asegurado también Joaquim Forn ante los periodistas de La Vanguardia, demostrando que el 'perdón' defendido por la ministra González Laya no es más que una obsesión de Pedro Sánchez que no llegará a ningún lado; y es que, si en algo han coincidido todas las formaciones políticas y sociales del independentismo esta mañana, ha sido en exigir al presidente socialista "la libertad", que no "el perdón", para conseguir una "Cataluña independiente" a través, no de los próximos indultos, sino de una completa amnistía.