El independentismo catalán ha buscado, en los últimos años. el apoyo internacional para su causa, extendiendo su discurso propagandístico del 'Estado español opresor' en cualquier rincón del mundo en el que se les escuchase. Una práctica que sigue alentando Carles Puigdemont quien, desde su refuio de Waterloo, sigue usando el 'victimismo' catalanista para cargar contra la Democracia española.
Una 'expansión' del nacionalismo catalán que llegaba a preocupar a la Unión Europea, después de que se encontraran indicios de una supuesta conexión del movimiento independentista, a través de la Generalitat de Cataluña, con el Gobierno ruso.
Unas relaciones, principalmente protagonizadas por el director de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, que hacían saltar todas las alarmas comunitarias europeas, debido al interés del Kremlin por interferir en el funcionamiento de la política europea.
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Sin embargo, y a pesar de las investigaciones, documentos, viajes y diversas pruebas que se van encontrando entorno a estas supuestas relaciones con Moscú, los líderes independentistas del procés siguen negando la participación de Rusia en el fallido proceso independentista de 2017.
Negaciones de Puigdemont y el resto de líderes independentistas del 1-O que ahora, podrían ser desmentidas con la aparición pública de Alexander Dmitrenko, un joven empresario ruso, que no ha dudado en confirmar su fuerte relación con Cataluña, con Alay, e incluso, reconocer el interés de Gonzalo Boye en su figura, con la intención de "potenciar" el perfil de Dmitrenko en Cataluña.
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"Me propuse vincular dos mundos: rusoparlantes y catalanoparlantes. Por el hecho de que hablo estos idiomas bastante bien". Con estas palabras, el joven empresario ruso, que creó una suerte de cámara de comercio que relacionaba ambos países, habiendo sido representante con credenciales de la Cámara de Barcelona, no duda en reconocer la relación entre ambos países.
Una relación en la que él mismo participó, acompañando a Alay, hasta en dos ocasiones, a Rusia, aplaudiendo la agenda y el carácter 'internacional' de la mano derecha de Puigdemont.
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"Es un ponente excelente" ha asegurado "es una persona con excelentes modales". Esa misma persona que fue a buscar apoyo ruso para el procés, y que se encontró con Dmitrenko, quien, a su vez, quería "crecer en Cataluña", convirtiéndose ambos en un perfecto tándem... que podría implicar que el empresario ruso conozca más información de la que cuenta sobre la verdadera implicación rusa en el 1 de octubre, ya que él mismo reconoce haber hecho de "intérprete" en algunas de las reuniones de Alay en Moscú.
Un silencio que no será barato para los independentistas: y es que Dmitrenko tiene claro su objetivo en la autonomía catalana: "uno de mis sueños es entrar en el campo político en Cataluña. Es algo que me apasiona [...] Me presentaria a presidente, si hace falta" ha asegurado el ruso.