El Gobierno de España podría estar ultimando los preparativos para otorgar los indultos a los presos independentistas, que podrían quedar en libertad este mismo verano.
Una medida de gracia que ha sembrado la polémica a nivel nacional, y que ha parado la agenda política de los próximos dos meses: y es que, no sólo los partidos de la oposición y la opinión pública se han mostrado claramente en contra de estos indultos, sino que también desde dentro de las líneas del PSOE son muchos los barones que cuestionan la idoneidad de esta medida.
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Polémica que no ha amedrentado a Pedro Sánchez, que mantiene su apuesta por los indultos, siendo el Rey Felipe VI el último escollo que podría atravesarse al presidente socialista, ya que el monarca deberá aprobar con su rúbrica esta medida de gracia.
Sin embargo, la firma de don Felipe no es el único quebradero de cabeza que Sánchez tendrá que solucionar este verano sobre el Palacio de la Zarzuela: y es que, de aprobarse los indultos contra los independentistas, el socialista se quedaría sin armas para denegar el retorno del Rey emérito a España.
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"¿Cómo explicar a media España, entre ella millones de votantes socialistas, que mientras se saca de la cárcel literalmente a los líderes del 1-O, se mantiene el veto del regreso del Emérito a España sin ninguna causa abierta con la Justicia?" se pregunta el diario EsDiario.
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Una cuestión que ha sido plantada por el citado medio a fuentes cercanas a la Casa Real española, quienes han asegurado que no se entendería esta doble vara de medir del presidente socialista; menos aún, cuando el Rey emérito, sin causas judiciales, lleva meses 'sondeando' al Gobierno para regresar a España.
Así pues, el indulto a los presos independentistas podría traer de la mano al Rey emérito al país, siendo una medida de gracia agridulce para los secesionistas que, por un lado, conseguirían el regreso a la política de sus principales líderes, pero que también verían regresar al territorio a uno de los principales 'enemigos' de la Cataluña independiente.