Formaba parte de un experimento y el éxito fue abrumador. El cineasta Jimmy Mehiel abrió una cuenta de Tinder a un robot sexual con inteligencia artificial llamado Harmony.
A los pocos minutos de estar la cuenta activada la lluvia de pretendientes fue algo fuera de serie, ya que en apenas dos horas, aparecieron centenares de chicos interesados.
Más de la mitad de ellos afirmaron que mantendrían relaciones sexuales con un robot, tras ser preguntados por el director de cine.
Concretamente, un 56% de los que respondieron afirmaron que no tendría problemas en tener sexo con Harmony.
Algunos usuarios insultaron a Mehiel, justificando que no se habían dado cuenta de que el titular del perfil no era una persona de carne y hueso.
El objetivo del experimento, un documental
Mehiel llevó a cabo este experimento para su documental 'I Want My Sex Machine', una investigación relacionada con la ética de los robots sexuales, los burdeles y la industria de las citas.
El cinéfilo metió en el perfil unas fotografías de Harmony, que puede ser considerada como la primera muñeca sexual con inteligencia artificial.
En la descripción, dejó clara la naturaleza de la titular del perfil: "Hola, soy un robot anatómicamente correcto y sexualmente competente, con la IA más avanzada. Estoy en Tinder para averiguar si los chicos están interesados en mí".