Nicole Moore tenía sólo 20 años cuando descubría, de forma completamente inesperada, que estaba embarazada... sin haber tenido relaciones sexuales.
Cada vez que intentaba tener sexo con su novio, un fuerte dolor provocaba que le fuera imposible continuar, haciendo que, a sus 20 años, Nicole siguiese siendo virgen. Una situación que había explicado en diversas ocasiones a los ginecólogos, que no conseguían darle una respuesta a su dolor.
Resignada, Nicole y su chico buscaron otras opciones para disfrutar de su intimidad sin llegar a haber penetración.
Comparan la vacuna de AstraZeneca con la píldora anticonceptiva
Pero pronto, esta 'solución' tuvo un resultado inesperado: y es que Nicole empezó a experimentar extraños síntomas, como dolor en los pechos y náuseas prácticamente constantes. Ante esto, su jefa le comentó que parecían síntomas de embarazo. Una idea que, poco después, fue confirmada por una prueba de embarazo.
Tras insistir, Nicole fue diagnosticada con vaginismo
"Le decía a todos los médicos que no había logrado tener relaciones, que no podía" asegura la joven ahora "Sólo me decían: 'No seas ridícula, claro que has tenido relaciones'".
Con el paso de las semanas, la desesperación de Nicole iba incrementándose, dado que temía que, al no haber conseguido nunca utilizar tampones ni tener relaciones sexuales, no podría ser capaz de dar a luz. Una idea que continuó persiguiéndola, hasta que, ante su insistencia, apareció su diagnóstico.
Una bebé de 40 días, en coma por ingerir cocaína en el biberón
Resultó que la joven sufría vaginismo; una disfunción femenina en la que los músculos de la vagina se contraen involuntariamente e imposibilitan, total o parcialmente, la penetración.
Por suerte para Nicole, esta enfermedad en muchas ocasiones puede ser tratada con terapia, lo que consiguió que la joven diese a luz a su hija sin ningún problema, creciendo ambas fuertes y completamente sanas.