Nuevo año, nuevo impuesto. Este podría ser el lema del gobierno de Pedro Sánchez, que el próximo 1 de enero establecerá un nuevo tributo que gravará a aquellos productos que se presenten en el mercado en un envase de plástico no reutilizable, como por ejemplos en alimentos como la leche o el aceite. Esta carga que estamos comentando llegará hasta los 45 céntimos por cada kilo de plástico y, como no podía ser de otra manera, llegará a repercutir en el precio que van a pagar los consumidores.
En cuanto a las previsiones del sector, han apuntado que la subida de precios que provocará en ellos será mayor que la bajada proyectada en la rebaja del IVA. El Gobierno de Sánchez es el único de toda la Unión Europea que aplicará este nuevo gravamen espera recaudar entre 500 y 700 millones de euros extra con esta medida, que ha molestado y mucho a los productores.
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Ya nos decían nuestros padres que siempre hay que fijarse en la letra pequeña. Pues con este Ejecutivo socialcomunista hay que andar con mil ojos. Esa bajada del IVA tiene una trampa bastante evidente, debido a que mientras el Estado deja de recaudar por un lado, lo consigue por otro.
No obstante, el Gobierno ha asegurado que tiene un plan para evitar ‘efectos perversos’ de esa bajada del IVA. Por ello, Nadia Calviño, vicepresidenta económica, ha desvelado que la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) llevará a cabo una estricta vigilancia con el objetivo de que esta reducción no esté relacionada con una clara subida de los precios para aumentar el margen de beneficio de productores y distribuidores. Precisamente la idea que mantuvo el Gobierno durante varios meses cuando se negaba a bajar el IVA a alimentos básicos de la cesta de la compra.
"Confío en que el sector, que además es muy consciente de que tiene una responsabilidad especial en este momento, colabore y transmita esta bajada de los precios, que va a notarse inmediatamente en los bolsillos de las familias españolas. Si no, la CNMC tendrá una indicación muy clara de vigilarlo y habrá sanciones si no se cumple", manifestó Calviño.
Pedro Sánchez y compañía, que tal vez viven en una realidad paralela, asumen que los productores de este tipo de alimentos no aumentarán los precios, aunque tengan que hacer frente a este nuevo impuesto al plástico.
Una bajada que deja mucho que desear
Pedro Sánchez en su comparencia típica para hacer balance político y económico del año afirmó lo siguiente: "Extendemos el grueso de las medidas de protección de junio y marzo, como prolongar seis meses las rebajas impuestos de la luz y del gas y suspendemos los desahucios para hogares vulnerables otros seis meses; prolongamos el límite del 2% de la revalorización de los alquileres; se prolonga la prohibición del corte energético (…) y se han adoptado nuevas medidas. Ante la persistencia de la inflación, aprobamos varias medidas: la primera es rebajar durante seis meses el IVA del 4% al 0% para todos los alimentos de primera necesidad y del 10% al 5% para el aceite y la pasta", sentenció.
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Alimentos como el pan, queso, leche, harinas panificables, huevos, verduras, frutas, entre otros, son algunos de los productos que actualmente están gravados con un 4% y que durante los próximos seis meses estarán exentos del impuesto sobre el valor añadido. A estos hay que sumarles los aceites y las pastas que pasaran de un IVA del 10% al 5%.