Así abrió la sesión del Congreso Ana Pastor, su presidenta: "Vamos a proceder a guardar un minuto de silencio en recuerdo de la joven maestra zamorana Laura Luelmo. En estos momentos de tristeza y de duelo, el Congreso de los Diputados quiere de este modo trasmitir sus condolencias a familiares y allegados, y reiterar su firme compromiso en aras de la eliminación de todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres".
Lamentable y penosa la imagen que ha ofrecido el Congreso de los Diputados para honrar la memoria de la joven maestra Laura Luelmo asesinada en El Campillo (Huelva). (Los cabos sueltos que deja la muerte de Laura Luelmo)
Sensibilidad, ninguna. Los representantes de los ciudadanos españoles en la Cámara Baja no han sabido estar a la altura de las circunstacias en el minuto de silencio que la presidenta del Congreso ha solicitado a los diputados para honrar la memoria de Laura Luelmo.
Los bancos asignados a los diputados no estaban ocupados. Apenas un 20% de los políticos elegidos por los ciudadanos para representarles en esa cámara estaban presentes para ponerse en pie y guardar un emotivo minuto de silencio. (Laura Luelmo estuvo secuestrada dos días y murió de un golpe en la frente)
¿Así demuestran su compromiso por acabar con la violencia contra las mujeres?
Pero la imagen queda ahí, inmortalizada. Era una oportunidad de oro para acercar a los políticos con la ciudadanía, pero ellos o no están o están para otras cosas, para pelearse, buscarse las cosquillas o directamente insultarse. Lo de Laura Luelmo no era "interesante".
Algunos paralamentarios han utilizado como excusa el argumento de que eran más partidarios de dar el pésame a la familia de la fallecida a través de las redes sociales. Es una opinión muy respetable pero que no justifica el aspecto que presentaba el hemiciclo. (El terrible historial delictivo de Bernardo Montoya, presunto asesino de Laura Luelmo)
Presumía Ana Pastor del "firme compromiso" de la Cámara Baja por acabar con la violencia contra las mujeres... ¡Menudo compromiso!