El Presidente Honorario de Convergencia, Jordi Pujol, dejó unas declaraciones en 1958 en las que despreció a los ciudadanos andaluces y que deja como legado a los 'cachorros' que manejan el cotarro en la actualidad.
"El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido. Es, generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual", indicó.
Estas declaraciones están incluidas en su libro 'La inmigración, problema y esperanza de Cataluña' en la que menosprecia a todos los ciudadanos que viven en Andalucía.
"Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. E introduciría su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir, su falta de mentalidad", añadió en el mismo texto.
Jordi Pujol y el resto de independentistas catalanes nunca han dejado de criticar a los españoles calificándolos de "invasores" y "ocupantes".
Esta ideología discriminatoria en contra de las personas que habitan en Andalucía inspiran, de cierta manera, la actual política nacional catalana.
Se retractó en varias ocasiones
Jordi Pujol tuvo que retractarse en varias ocasiones por estas palabras en las que menosprecia a los ciudadanos andaluces aunque el motivo pudo ser político.
El denominado 'Molt Honorable' demostró tener un carácter racista hacia el resto de españoles entre los que se encuentran los andaluces a los que les dedica el texto anterior.