Ayer se conmemoró en el Arco del Triunfo de París el centenario del Armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
En presencia de unos 70 jefes de Estado entre los que se encontraban Trump, Merkel y Putin, el presidente de Francia, Emmanuel Macron pronunció un emotivo discurso en el que recordó a los caídos y condenó el nacionalismo.
"El nacionalismo es la traición al patriotismo", apuntó Macron
“El patriotismo es el exacto contrario al nacionalismo. El nacionalismo es su traición”, dijo Macron, enviando un serio aviso a Torra y Puigdemont, nacionalistas radicales que quieren dividir países en el siglo XXI.
Macron ha condenado el nacionalismo argumentando que “la lección no puede ser rencor y resentimiento hacia otras naciones, ni olvido del pasado”.
Aceptando la invitación de Macron, la canciller alemana Angela Merkel dijo que “si el aislamiento no fue la solución hace cien años, ¿cómo puede serlo hoy en un mundo interconectado?”, antes de advertir del peligro de un “nacionalismo miope”.
“El 11 de noviembre de 1918, a las 11 de la mañana, hace 100 años, en París como en toda Francia, sonaron las cornetas y sonaron las campanas”, empezó Macron su discurso en recuerdo del momento preciso de la entrada en vigor del Armisticio.
“El final de cuatro largos y terribles años en los que, solo en suelo francés, fueron disparados mil millones de proyectiles”, apuntó el presidente francés.
El gran temor de Macron es que “resurjan los viejos demonios y nuevas ideologías que manipulan las religiones”.
“Debemos reafirmar a la gente nuestra inmensa responsabilidad, transmitir a nuestros hijos el mundo que las generaciones anteriores han soñado. Nuestro mundo está en los albores de una nueva era, en el amanecer de una civilización que debe guiar las facultades de la Humanidad a lo más alto”, añadió Macron.