El triple crimen de La Rondilla tiene horrorizados a todos los habitantes de Valladolid. Este escabroso suceso, del que apenas han pasado 48 horas, tiene conmocionados a todos los vallisoletanos mientras que las autoridades intentan dar una explicación a lo que sucedió verdaderamente y tratan de reconstruir el sangriento crimen para poder finalmente encontrar al culpable y llevarlo ante la justicia.
La detención del marido de una de las víctimas como principal sospechoso de este triple homicidio ha puesto en alerta a todas las autoridades, que trabajan a destajo para despejar todas las incógnitas sobre el brutal suceso y recopilan todos los datos posibles para intentar confirmar la culpabilidad o inocencia del principal sospechoso, arrestado la noche de autos.
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Según la reconstrucción ofrecida por las autoridades policiales, el sospechoso, llamado Y.A., habría llegado hasta el domicilio de Juan Carlos Palomino, vecino de Valladolid de toda la vida. El sospechoso habría acuchillado a Juan Carlos hasta matarlo. Para intentar deshacerse de las pruebas de su crimen, el sospechoso habría prendido fuego el cadáver usando algún acelerante para que el proceso no tardara tanto e intentar esquivar a la policía.
Y.A. continuó su camino por el barrio de La Rondilla buscando un lugar para refugiarse, y volvió a su propio piso huyendo del domicilio de Juan Carlos Palomino, a quien había asesinado brutalmente hacía tan solo unos minutos. Esperó el momento perfecto para atacar, y Eva María Asensio, de 54 años, corrió la misma suerte que el desdichado anciano. Aunque había asesinado a su pareja, Y.A. no tuvo la oportunidad de deshacerse del cadáver en paz y fue sorprendido por su suegra, quien alertó a la policía: "Creo que han matado a mi hija".
En ese mismo momento, el incendio en el piso de Juan Carlos Palomino ya era más que notable, por lo que los vecinos de La Rondilla también llamaron a Emergencias, alertados y preocupados por si el fuego se extendía a otros edificios. Cuando Y.A. regresó a su piso, asesinó presuntamente a su suega asfixiándola con sus propias manos, puesto que no hay marcas de cuerdas o instrumentos similares en su cuello, y la anciana tampoco había recibido ninguna puñalada.
Prendiendo fuego al cadáver de su mujer y de su suegra, Y.A. habría salido del domicilio deambulando por el barrio, lo que llamó la atención de los vecinos. La cercanía de la policía provocó que Y.A. se pusiera nervioso y buscara un lugar para refugiarse, asaltando hasta a dos parejas de ancianos en el proceso.
Sin embargo, al no triunfar en ninguno de sus asaltos, el sospechoso se vio obligado a seguir huyendo de las autoridades policiales, que finalmente le arrinconaron y arrestaron para su interrogatorio y su encierro preventivo en los calabozos de una comisaría vallisoletana, donde permanece a la espera de nuevos avances en la investigación.
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Este triple crimen ha dejado paralizada a Valladolid, que no se esperaba este acto tan atroz y que ha desencadenado en la detención del principal sospechoso del caso, retenido bajo custodia policial y listo para pasar a disposición judicial este mismo martes. La audiencia con el magistrado correspondiente permitirá validar o desechar varios puntos de la hipótesis primaria desarrollada por los investigadores, pendientes de cualquier avance realizado en el caso mientras se espera la declaración de Y.A.