En la Barcelona de Lluís Companys hubo un total de 47 chekas repartidas entre los diferentes partidos políticos y sindicatos para masacrar a los opositores, según ha explicado César Alcalá.
El escritor catalán, en su libro 'Chekas, las prisiones republicanas', ha explicado que en la Ciudad Condal llegaron a existir hasta 47 chekas para torturar a las personas con pensamiento distinto.
CNT-FAI encabeza la lista con la mitad de las chekas. En total, contaban con 24. La segunda posición de este particular ranking la ocupa el PCE-SIM, que tenía 13 chekas propias.
Esquerra Republicana (ERC) tenía la suya en la calle Carolinas 18. Se trataba de un colegio arrebatado a los religiosos de San Vicente de Paul y convertido en centro de detención.
El PSUC tenía una cheka en lo que hoy es el lujoso hotel Mandarín, en Paseo de Gracia. Asimismo, la UGT también tenía su centro de detención y tortura en el acomodado paseo Bonanova, 45.
Algunos consejeros de la Generalitat de Cataluña como Aurelio Fernández, el de Sanidad, tenían su cheka. En su caso, estaba ubicada en la avenida Tibidabo, 32, y era conocida como la "torre del terror".
Patrullas de control
En lo referente a las patrullas de control, ERC ganaba por goleada al resto de partidos políticos y sindicatos. El 26% eran de la formación republicana (187 de un total de 700 miembros).
Un capítulo de la historia de Cataluña que ni TV3 ni el resto de medios afines al independentismo mencionan en sus especiales. En este caso no se exigen disculpas ni se señala a los culpables.