El hijo de Sam: el asesino en serie que sembró el terror en Nueva York

29 de Abril de 2021
El hijo de Sam: el asesino en serie que sembró el terror en Nueva York
El hijo de Sam: el asesino en serie que sembró el terror en Nueva York

El estadounidense por el día fingía ser un simpático cartero

David Berkowitz, más conocido como el hijo de Sam, es uno de los mayores asesinos que ha atemorizado durante un tiempo la ciudad de Nueva York y de cuya historia se han inspirado para la serie de Netflix 'Mindhunter'.

Y es que desde bien pequeño el americano ya se mostraba como un matón que se divertía envenenando a diferentes animales

Pero fue durante los años 1976 y 1977 cuando Berkowitz puso su objetivo en los humanos, sobretodo en las parejas y las mujeres con el pelo largo y castaño

En concreto, durante esta época mató a más de 6 personas

Entre ellas se encuentra una pareja que estaba en el interior de un coche besándose cuando este les disparó con un revólver Magnum 44 y terminó con la vida de la chica mientras su pareja pudo sobrevivir

Fue tal el pánico que la sociedad newyorkina tuvo hacia el homicida, que durante esta época las ventas de pelucas rubias se vieron en aumento

Y es que el estadounidense dejó varias cartas a la policía en las que les deseaba mucha suerte a los detectives que se encontraban estudiando su caso y le advertía a la población que mirasen a su espalda cuando fueran por la calle. 

El criminal que se hacía llamar el hijo de Sam explicaba en algunos de sus textos lo siguiente: "Yo no quiero matar a nadie. Pero tengo que obedecer a mi padre. Papá Sam se está haciendo viejo. Necesita sangre para mantenerse joven". 

Y ras sembrar el pánico durante unos años en la gran ciudad, David Berkowitz fue detenido en 1977

Durante su encarcelamiento el mismo cambió su versión de los hechos en varias ocasiones, ya que en un primer momento dijo que había matado a 6 personas y herido a 8, luego declaró que realizó 2 tiroteos en los que mató a 3 personas. 

Este también llegó a justificar todos sus homicidios diciendo que un perro de su vecino al que el demonio había poseído fue el que le encargó que realizara todos los asesinatos.

Pero tras este vaivén de confesiones, el asesino finalmente fue condenado el 12 de junio de 1978 a 6 cadenas perpetuas en la Prisión Estatal de Attica.