El Real Madrid le ha ganado la partida a todos los grandes de Europa al conseguir el fichaje de Endrick. Muchos lo querían, pero los blancos contaron con una ayuda inesperada para cerrar esta incorporación, el FC Barcelona.
Puede parecer imposible QUE el eterno rival haya tenido tanta importancia para conseguir la llegada de la joven perla del fútbol brasileño al Santiago Bernabéu. Pero hay una gran explicación que ayuda a entender este hecho tan surrealista e inédito hasta la fecha.
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En otras ocasiones, como pasó con Vinicius o Rodrygo y en otros tantos fichajes, el Barcelona se puso en medio para aumentar el precio del fichaje de turno del Real Madrid, pero esta vez no fue para nada así, sino totalmente al contrario.
De hecho, han utilizado todas las artimañas posibles, desde inventarse sentimientos azulgranas de los jugadores, hasta mostrar un falso interés, siempre para complicar la operación a los merengues. Una estrategia que no ha surtido el efecto deseado y que ha sido en balde para todos los propagandistas culés.
El Barça no ha podido ni mirar a la cara al Real Madrid
En el caso de Endrick, con un Barcelona arruinado, los culés no han sido capaces ni de entorpecer al Madrid, no han logrado encarecer el precio del fichaje como sí hicieron otras muchas veces. Su falta de solvencia económica ha impedido poner en apretos en algún momento al equipo de Chamartín.
La millonaria deuda que arrastran, con la masa salarial disparada, y el hecho de que necesiten activar palancas para poder plantearse cualquier operación en el mercado, han imposibilitado que hagan cualquier movimiento y que le planten cara a su máximo rival.
Desde Barcelona también habían hecho un seguimiento especial al joven brasileño. Lo veían con las cualidades de complementar su ataque en el futuro, e incluso se llegaron a reunir con él. No obstante, desde un primer momento eran conscientes de que no podía alcanzar esas cifras que exigía el Palmeiras y a la que estaba dispuesto llegar el Real Madrid.
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En definitiva, la historia se ha vuelto a repetir y ha tenido al mismo ganador. Con Rodrygo y Vinicius ya tuvieron una lucha intensa en el mercado, de la que el conjunto blanco salió victorioso pero no fue nada fácil. En cambio, esta vez ha resultado mucho más sencillo al no querer entrar el Barça en la subasta dada la desastrosa salud económica que está viviendo la entidad blaugrana en estos momentos.
Por lo cual, una actuación ridícula del FC Barcelona que carece de cualquier tipo de sentido, aunque ya no pilla por sorpresa sabiendo los antecedentes del equipo presidido por Laporta. Cada vez es menos creíble el discurso que nos venden desde la Ciudad Condal transmitiendo un mensaje de ilusión y esperanza, mientras la situación es cada vez más complicada y no invita para nada al optimismo.