El 'gran encuentro' del independentismo en Waterloo... no fue más que una fotografía pactada

El reencuentro entre Junqueras y Puigdemont no conseguía reducir las tensiones existentes entre ERC y JxCat.

El 'gran encuentro' del independentismo en Waterloo...  no fue más que una fotografía pactada
El 'gran encuentro' del independentismo en Waterloo... no fue más que una fotografía pactada

Desde su salida de prisión gracias a los indultos ofrecidos por Pedro Sánchez, Oriol Junqueras ha hecho campaña por la reunificación del independentismo, apostando por fortalecer las uniones secesionistas frente al Estado español 'opresor'.

Así pues, él mismo decidía tomar la iniciativa, viajando, junto a los ex consejeros Raül Romeva, Meritxell Serret, Dolors Bassa y Carme Forcadell, a visitar a Carles Puigdemont en su residencia en Waterloo, a pesar de las evidentes diferencias que se han hecho públicas entre el republicano y el líder de JxCat fugado.

"Para ser honestos, una foto no arreglará nada, hay debates que necesitamos poder hacer bien y a fondo" defendía Junqueras este martes en Catalunya Radio, remarcando la importancia de esta reunión con Pugidemont, la primera desde octubre de 2017.

Sin embargo, las palabras del republicano no llegaban a buen puerto: y es que, a pesar del esfuerzo del ex carcelado en visitar Waterloo, su viaje a Bruselas sólo obtuvo ´como resultado una fotografía.

Sin pactos ni acuerdos entre ERC y Junts

Así pues, nada más llegar a la residencia del ex president, Junqueras y los suyos comprobaban que aquella reunión carecería del peso que se le había otorgado días anteriores: y es que Puigdemont optaba por lo acudir a la puerta a recibirles, como era de esperar, dejando la entrada de la casa semiabierta, para que los republicanos entraran libremente... y sin acompañamiento.

No fue hasta unos minutos más tarde cuando, después de haberse saludado en privado, los dos líderes independentistas aparecían ante los medios de comunicación para hacerse la fotografía 'de familia' secesionista, visiblemente marcada por la tensión entre ambos.

Posteriormente, Junqueras y Puigdemont se reunieron durante dos horas, en un encuentro en el que se trató, según ha asegurado Junqueras, de su "situación personal, familias, de la represión, del compromiso compartido para luchar contra la represión".

Era el republicano el único que, después de la reunión, comparecía ante los medios de comunicación: "No tengo por costumbre reprochar nada a nadie, y en sentido contrario tampoco" dijo el líder de ERC, demostrando que, a pesar de la aparente cordialidad entre ellos, las rencillas y las acusaciones cruzadas durante estos últimos cuatro años han hecho mella en la relación, no sólo entre ambos líderes, sino entre JxCat y ERC.