La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de rechazar el decreto de la Generalitat que aplazaba las elecciones del 14 de febrero al 30 de mayo empieza a ser aprovechada por las fuerzas separatistas para recuperar como slogan electoral el "España nos mata".
Después del "España nos roba" llegó el "España nos mata" aprovechando la pandemia y las decisiones que se toman desde Madrid, siempre, por supuesto, perjudiciales para Cataluña. Y ahora el "España nos mata" recupera el protagonismo con la decisión del TSJC de mantener las elecciones catalanas en la fecha prevista inicialmente del 14 de febrero.
Tensión en Cataluña: "Si quieren gobernar los jueces, que se presenten a las elecciones"
Hoy la portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha dado el pistoletazo de salida, acusando al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de poner en riesgo "la salud de los votantes", porque desde el Govern ya se vende la idea de que Cataluña vivirá su pico de contagios coincidiendo con la fecha decidida por el TSJC, el 14 de febrero.
Y desde el Govern ya se ocuparán de exagerar, si es posible, la situación que vive Cataluña bajo la pandemia endureciendo las restricciones y dando a entender a la población que el momento no está para comicios y que si se convocan elecciones es porque así lo ha decidido el mismo poder judicial que reprime a Cataluña.
El victimismo funciona
Además, de atentar contra la salud, desde el Govern alientan la teoría de que España y sus jueces imponen en Cataluña prácticas antidemocráticas saltándose los acuerdos de los partidos políticos catalanes. Budó ha dicho: "la suspensión de las elecciones y la nueva fecha electoral acordada por el Govern, decisiones tomadas en acuerdo con la mayoría de partidos políticos, también ha sido alterada, poniendo en riesgo no sólo la salud de los votantes, sino también el mismo procedimiento electoral".
El TSJC suspende cautelarmente el aplazamiento de las elecciones y mantiene el 14F
Lo que no dicen es que no ha existido unanimidad entre los partidos catalanes, porque el PSC, PPC y PDeCAT se mostraron contrarios, desde el primer momento, a aplazar las elecciones.
No tardaremos mucho en comprobar cómo el separatismo catalán culpará a España por las muertes que puedan producirse en la jornada electoral. Y es que hasta de eso son capaces de sacar rédito electoral en beneficio propio. El victimismo funciona.