El procés le está saliendo muy caro a los catalanes y a los españoles pero muy rentable a Quim Torra y a sus predecesores supremacistas en la Generalitat (Puigdemont y Artur Mas).
Desde que en 2010 Artur Mas se pusiera al frente de Cataluña e iniciase el procés separatista, la Generalitat ha puesto más de 1.000 multas a los comercios que no rotulan en catalán.
La Generalitat se ha metido en el bolsillo 1,2 millones de euros
La Ley discriminatoria independentista establece que los comercios, independientemente de su tamaño o ubicación, tienen que estar rotulados tanto en el exterior como en el interior por lo menos en catalán.
De este modo, la Generalitat persigue a los comercios que no rotulan en catalán y los castiga con duras sanciones económicas.
Sin ir más lejos, según la Agencia Catalana de Consumo, en 2018 se pusieron 78 multas a los comercios por no rotular en catalán y se recaudaron 50.000 euros.
La Ley catalana de 2010 establece que “las personas consumidoras tienen derecho a recibir en catalán cualquier información de carácter fijo”.
“Cualquier elemento informativo de carácter fijo deberá estar redactado al menos en catalán con independencia de su soporte (por ejemplo los carteles o rótulos de las empresas o establecimientos que contengan información relacionada con la actividad comercial desarrollada, siempre y cuando tengan carácter permanente)”.