A pesar de las múltples críticas recibidas, y los informes judiciales que rechazaban sus medidas, el Gobierno de Pedro Sánchez tomaba la decisión, hace semanas, de indultar a los presos independentistas del procés, que salían en libertad sin haberse arrepentido de los actos por los que fueron condenados.
Un movimiento desde el Ejecutivo nacional que fue defendido por el propio presidente socialista como una 'concesión' a los nacionalistas catalanes necesaria para conseguir el 'diálogo' y la 'convivencia' entre catalanes, esperando así mitigar al independentismo y su constante desafío a la nación.
SIn embargo, la concesión de esta medida de gracia dejaba fuera a Carles Puigdemont, sobre el que se mantiene una euroorden desde su fuga a Waterloo en 2017.
"Lo volveremos a hacer, lo haremos juntos, y lo haremos mejor"
Una cuestión que preocupa, tal y como señala La Razón, al Ejecurtivo de Pedro Sánchez, ya que el ex president, desde su posición de eurodiputado, mantiene el perfil internacional del conflicto catalán en Europa, haciendo circular supuestos informes en Estrasburgo y en el Parlamento Europeo que pueden sembrar dudas sobre el Estado de Derecho español.
"La internacionalización del conflicto les salió bien. Y todavía sigue sin entenderse en muchos ámbitos que ocurre con Puigdemont" señalan fuentes gubernamentales.
ERC, el impedimento del regreso de Puigdemont
Así pues, el ex president es el nuevo punto en la agenda de Sánchez con respecto al independentismo dando ya por amortizados desde el PSOE los indultos a cuanto penalización de la ciudadanía.
Un punto a solventar que se encontrará, sin embargo, con el rechazo frontal de ERC y Oriol Junqueras, que quieren al ex presidente prófugo lo más lejos posible de España, y de la mesa de negociación con el Estado, siendo conscientes del gran apoyo del secesionismo al fugado de Waterloo.
El Govern niega ahora que exista un conflicto con el Estado: "Cataluña no odia a España"
"Resulta precipitada ualquier aproximación mínimamente seria al tema de Puigdemont hasta que no se sepa cuál va a ser la actitud de los independentistas en la mesa" aseguran desde el Gobierno al citado diario, poniendo sobre ERC el punto de mira en cuanto al regreso de Puigdemont.
De tal manera, el Ejecutivo socialista esperará a la mesa de negociación, que se retomará el próximo mes de septiembre, para valorar nuevos movimientos estatales hacia Puigdemont; un tiempo que resultará vital para que el nuevo Ejecutivo tome las riendas de la negociación con el nacionalismo catalán.