La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado está a punto de ser terminado.
"Está al 90%" ha asegurado la socialista, que trabaja mano a mano con el secretario de Derechos Sociales, de Unidas Podemos, para culminar con el borrador 'secreto' de las Cuentas.
Y es ese 10% el que ha hecho sonar todas las alarmas: y es que en él, se contempla una imposición del IVA en la Sanidad privada hasta alcanzar el 21%, del cual hasta ahora la Sanidad privada estaba exento gracias a la Ley 37/1992 de 28 de diciembre.
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Quedarán exentas, dice esta ley, de IVA, "las prestaciones de servicios de hospitalización o asistencia sanitaria y las demás relacionadas directamente con las mismas realizadas por entidades de Derecho público o por entidades o establecimientos privados en régimen de precios autorizados o comunicados".
Así, Montero terminaría con la exención de los sistemas sanitarios privados al impuesto de valor añadido... en plena pandemia, en la que la Sanidad pública y privada se encuentran saturadas y en estrecha colaboración para frenar las mortales consecuencias del Covid-19.
El colapso de la Sanidad pública que no beneficia a nadie
La patronal de la Sanidad privada ya ha mostrado su descontento ante esta propuesta de Hacienda, recordando que, actualmente, este sector no sólo implica "un ahorro estimado mínimo de 5.000 millones de euros para el sistema público", si no que, además, también la Sanidad privada realiza un tercio de las intervenciones quirúrgicas del país.
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"Hay que recordar que el sector privado lleva a cabo el 30,5% de las intervenciones quirúrgicas, registra el 23,5% de las altas y de los ingresos, y atiende el 24,5% de las urgencias en todo el territorio nacional".
Todo ello, sin contar con los pacientes Covid que, ante el colapso de la Sanidad pública, han acudido a los centros privados para ser tratados por la terrible enfermedad.
Unos porcentajes que, aseguran, podrían disminuir peligrosamente de aprobarse este IVA propuesto por el Gobierno socialcomunista.
Y es que, ante la subida de IVA (y por tanto, de las cuotas y del pago de los pacientes por os servicios), muchos usuarios de la Sanidad privada optarían por ser tratados en el servicio público, colapsándolo incluso más de lo que se encuentra actualmente con el rebrote de la pandemia del virus de Wuhan.
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"De levantarse la exención, el mayor ingreso obtenido por el Estado en concepto de IVA podría ser compensado por un mayor coste de la provisión del servicio por el sistema público" aseguran fuentes sanitarias.
Las cifras que se manejan desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) son claras: la aparición del IVA en la Sanidad privada supondría unos ingresos de 1.763 millones al Estado. Sin embargo, el aumento de pacientes en la Sanidad pública, provocado por este IVA, haría incrementar en 2.145 millones el consumo del Sistema Nacional de Salud (SNS), es decir, de la Sanidad pública.